Una gran marcha en Iruñea exige el fin de la discriminación al Euskara

Manifa Euskera

Manifa Euskera


Unas 2.000 personas, convocadas por Kontseilua, se echaron ayer a la calle preocupadas por el paso atrás que supone el nuevo decreto que plantea el Gobierno navarro y denunciaron, una vez más, las diferencias que marca la zonificación lingüística. Exigieron una legislación que no discrimine a los euskaldunes y respete sus derechos.

«Nos imputan un discurso erróneo. Nosotros no contraponemos el euskara y el inglés. Hoy día miles de alumnos acaban la educación obligatoria con un buen conocimiento de euskara, castellano e inglés. Es posible», comentaba Paul Bilbao en el parque Antoniutti antes de que comenzara la manifestación en Iruñea contra el menosprecio a la lengua propia.

Justo al terminar estas declaraciones, comenzó a sonar el himno español lanzado a todo volumen desde un piso de la Vuelta del Castillo. En la ventana se agitaba un enorme banderón rojigualda. El gesto evidencia que, como apuntaba el secretario general de Kontseilua, hay quien se toma la lengua como una batalla. Y al que habla euskara como adversario.

La manifestación arrancó casi en silencio, a las 17.30, enfilando la Avenida del Ejército hacia el acto final en la Plaza del Castillo. GARA contó, en ese tramo, unos 2.000 manifestantes. Desde la organización, calculando por metros cuadrados y no contando filas, apuntaban a una participación superior. Conforme se acercaba al centro de la ciudad, se coreó algo más fuerte. «Herritarrak ez gutxietsi» y «Euskaraz bizi nahi dugu», fueron los lemas principales.

Había entre los grupos de manifestantes alguna pincelada amarilla, color identificativo de la protesta del mediodía –que superó el millar de personas– protagonizada por las educadoras del ciclo 0-3, que cubrían su primera semana de huelga indefinida. Y, sobre todo en la parte final, se distinguían a activistas contra el TAV que desde la mañana llevaban celebrando una jornada repleta de actos y que decidieron sumarse a la manifestación sin abandonar sus pancartas propias.

Ya en la plaza del Castillo, desde el kiosco, para el acto final se buscaron varias voces. La primera, la de una joven baztanesa y, por tanto, de la zona vascófona. Ella afirmó sentirse «privilegiada», aunque solo en comparación con los demás. Según denunció, los derechos lingüísticos de los euskaldunes siguen sin respetarse de pleno. No se cumplen en la sanidad y tampoco cuando les mandan a Iruñea a los servicios centrales.

Por la zona mixta, habló un vecino de Iruñea que advirtió de que, de aprobarse el Decreto tal y como está el borrador, «en algunos puestos de trabajo el euskara pasará a contar nada. Eso sí, en todos los puestos de trabajo se tendrán en cuenta los conocimientos de alemán, inglés y francés, lenguas no oficiales».

Cerró ese primer turno de intervención un joven de Erribera. Más que lo que dijo, fue relevante el cómo lo dijo: en castellano. La falta de recursos en la zona sur de Nafarroa provoca eso, que no hablen euskara ni quienes quieren hacerlo. El joven también consideró el decreto «injusto e insolidario», por no respetar los derechos de sus vecinos euskaldunes.

Lectura política y nueva cita

El secretario general de Kontseilua, Paul Bilbao, mostró en su discurso final preocupación por «cómo se están poniendo obstáculos a la educación en euskara, cómo se está permitiendo que miles de alumnos no tengan una mínima noción de euskara, lingua navarrorum, pero siguen con fijación de confrontar modelos en inglés y euskara». Además, recordó que, en su día, la expresidenta Yolanda Barcina reconoció que su impulso del PAI tenía como objetivo frenar al modelo D.

Bilbao apeló a los políticos a poner freno al borrador de un decreto que considera que, lejos de suponer un avance, será dar pasos atrás en la normalización y el respeto de los derechos de la lengua minorizada. Urgió, por tanto, a establecer un consenso sobre unos mínimos, al igual que ya han hecho los agentes sociales, sobre los cuales no puede haber retroceso posible.

Antes de terminar, la organización hizo un llamamiento a la protesta del día 21 en Donostia que, bajo el lema ‘Euskara aurrera!’, organiza Gazte Euskaltzaleen Sarea.

Gara