



Después de afrontar con serena valentía la lucha contra la enfermedad que, lamentablemente le arrebató de nuestro lado el pasado 2 de junio, a la edad de 67 años, El vacío que ha dejado en nuestras vidas es profundo. Su partida resuena en el corazón de todos aquellos que tuvimos la fortuna de conocerle y compartir momentos valiosos a su lado en la incansable lucha por la defensa de la naturaleza y la protección del medio ambiente. La semilla que ha sembrado a lo largo de su vida seguirá floreciendo en cada actividad que emprendamos, en cada rincón de la tierra que cuidemos y defendemos, recordándonos siempre su ardiente pasión y dedicación inquebrantable.
Conrado destacaba por su carácter decidido y su convicción inquebrantable. Era una persona que no temía alzar la voz ni a hablar con claridad. Nunca se calló ante lo que consideraba injusto y dedicó su energía a denunciar toda forma de contaminación de su entorno.
Entre sus principales preocupaciones se encontraba la defensa de Navarra, el Euskera, el medio ambiente y en especial la contaminación de suelos agrícolas y de los recursos hídricos, tanto superficiales como subterráneos. Con un espíritu inquebrantable y una voluntad firme, se dedicó a tomar mediciones de las aguas de ríos, regatas y fuentes locales con el objetivo de detectar y evidenciar la contaminación por Nitratos. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo y dedicación, se encontró con la resistencia de las autoridades ambientales, quienes rechazaron sus resultados bajo argumentos técnicos cuestionables relacionados con el método de medición. Conrado insistía solicitando a Medio Ambiente y Sanidad medidas que garantizaran la salud de las aguas y la salud del vecindario.
Una de sus preocupaciones fue el seguimiento y control de los residuos que la planta de biometanización de Biomendi, ubicada en Mendigorria, vertía en los campos de los términos municipales de Mendigorria y Larraga, localidad de Conrado. En ese empeño, presentó quejas a Medio Ambiente, presentó alegaciones contra la planta y mantuvo reuniones con los ayuntamientos de la zona para informarles sobre la contaminación que generaba dicha empresa; todo ello frente al desconocimiento y silencio del vecindario.
Su amor por la naturaleza no solo se manifestaba en su activismo y sus denuncias, sino también en acciones prácticas y concretas. Junto a su compañero Antonio de Lerín, emprendió hace cuatro años una maravillosa labor de reforestación en las cercanías de Lerín, plantando y regando 400 ejemplares de encina durante la época de estiaje. Esas bellotas recolectadas en el entorno del antiguo bosque de Baigorri, ahora se alzan como un símbolo de su compromiso y amor con el medio ambiente y su deseo de restaurar la flora local.
La huella que Conrado ha dejado en la historia de nuestra lucha por la naturaleza se puede observar claramente en su participación en la Comisión de trabajo en el Parlamento de Navarra, celebrada el 24 de agosto de 2024. Un testimonio de su activismo y entrega que, aunque reciente, continúa resonando en nuestro presente. En un vídeo, su voz se oye entre el minuto 12:20 y el minuto 24:05, compartiendo sus ideas y preocupaciones sobre el futuro de nuestro entorno. Cada palabra que pronunció en aquel momento es un recordatorio de su dedicación y su incansable búsqueda de justicia ambiental.
Su trabajo llegó a una Comisión de trabajo en el Parlamento de Navarra celebrada el 24 de agosto de 2024. Documento totalmente actual. En el vídeo habla entre el minuto 12,20 y el minuto 24,05
https://grabaciones.parlamentodenavarra.es/watch?id=ZGJkODVlYzAtYzkxZC00NWEzLWI0MjUtNzdkMjliNDI1ZDkz&start=127
Su legado perdurará no solo en la memoria de quienes lo conocimos, sino también en cada pequeña acción que hagamos en pro del medio ambiente. Conrado vivirá en nuestras acciones, en nuestro compromiso y en nuestra lucha por un mundo más justo y sostenible.ç