Nafarroa Oinez diferente y lluvioso, pero con el mismo espíritu de siempre
A apesar de haber invitado también al sol a esta edición del Nafarroa Oinez, el día de ayer comenzó con chubascos, que sin embargo no lograron desanimar a Estella-Lizarra, donde se celebró el segundo día de esta fiesta en formato reducido. Aunque algunos actos planeados para hacerse al aire libre fueron trasladados a interiores, como por ejemplo el acto de apertura, el tiempo aguantó y los conciertos planeados para este domingo pudieron celebrarse según lo previsto.
Los grupos Zaunka, Onki Xin, Skama la rede y Raimundo el canastero tocaron en la plaza de toros de Estella/Lizarra desde las 12.00 horas hasta las 17.30 horas, y aunque al principio el lugar parecía bastante vacío, la gente fue llegando poco a poco conforme el primer concierto comenzaba y la música subía también de intensidad. Zaunka, el primer grupo, empezó con canciones lentas, pero fue introduciendo música más animada y caldeando el ambiente con un repertorio de canciones mayormente versionadas, de temática feminista y en varios idiomas como el euskera, el castellano y el inglés. El grupo, formado por tres mujeres, fue el encargado de abrir la jornada en el coso, aunque en otras zonas de la ciudad como los jardines del centro cultural Los Llanos también hubo diferentes actividades y música.
Para las 12.30 horas la plaza de toros se fue llenando, y aunque al principio los asistentes fueron personas de mediana edad, en su mayoría familias, los jóvenes comenzaron a llegar atraídos por la música, y para cuando terminó el primer concierto los asistentes a la plaza eran de edades de lo más variadas, creando un ambiente muy variado y diverso.
Garazi Loiarte y María Escudero, dos amigas de Goizueta que habían venido a ver tocar a sus amigos de Onki Xin, formaron parte de esa gente joven que se acercó a los conciertos de este Nafarroa Oinez tan diferente a todos los anteriores.
«Esta edición es especial, diferente, pero se han adaptado muy bien a esta situación», comentó Garazi. «De cara a los años siguientes no sé si esto podrá funcionar, pero en mi opinión es una opción bonita; además, se evitan las aglomeraciones», afirmó.
Ciertamente, repartir el programa en dos días diferentes (sábado y domingo) buscaba reducir el aforo de las personas debido a la situación todavía precaria de la pandemia. De esta forma, se evitó renunciar a un día tan especial, como sucedió en la edición del año 2020 debido a la pandemia de la covid-19.
La goizuetarra añadió que, aunque no sabía cómo se habría organizado Estella/Lizarra de haberle tocado un Nafarroa Oinez sin covid, este formato estaba «muy bien» y lo estaban disfrutando. «Sí que hemos echado en falta a los jóvenes; hay más ambiente familiar, pero seguramente será porque el sábado los jóvenes salieron», contó la pareja de amigas.
Izar Etxeberria, de la ikastolade Estella-Lizarra, comentó el gran trabajo que se había llevado a cabo a la hora de organizar esta edición 2021: «Yo personalmente no, pero se ha visto que la gente ha trabajado sin parar para conseguir esto». Además, añadió que con el reciente cambio de medidas sanitarias, se había «movido» todo y las cosas habían estado muy «en el aire» hasta el último momento. A pesar de todo, en su opinión consiguieron «organizarlo todo muy bien», sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias en las que se trabajó para que la ciudad acogiera al Nafarroa Oinez 2021.
Diario de Noticias