Kantuzales al rescate de la antigua copla en euskera
No existe la política en el Kantuz. Se trata de cantar en euskera para que cualquier persona pueda incorporarse” txema hidalgo ‘kapare’
Como cualquier otro día de fiesta, hoy, día de Santa Águeda, también toca vestirse de caseros y salir a la calle a cantar. Así lo harán los centenares de personas que, convocadas por Iruñean Kantuz, entonarán por las calles del Casco Viejo de Pamplona las más conocidas coplas de la música tradicional vasca. Y así lo harán también los miembros de Kantuz Kapare, un grupo surgido hace seis años cuyo espíritu es mantener vivas las canciones en euskera de Navarra más antiguas que existen.
Fue hace seis años cuando a Txema Hidalgo Kapare se le ocurrió organizar unos talleres en las sociedades Arrano y Zabaldi. “A la vez que yo iba recopilando canciones viejas (kantuzaharrak), me daba cuenta de que la forma de cantar en la actualidad no era la que se utilizaba antiguamente”, afirma. La inquietud de este apasionado por el folclore popular, le ha llevado a recopilar en cuatro tomos 3000 kantuzaharrak, bajo el título de Nafar Aire Zaharretan. De ahí su interés en salvaguardar este gran tesoro y en enseñar la entonación de cada una de las canciones. “Nosotros nos hemos centrado en los kantuzaharras. Se pretende que no mueran. Es un cuerpo cultural importantísimo que configura de alguna forma la identidad de Navarra”, exclama. Hasta ahora, 40 personas acuden una vez a la semana a los talleres en Pamplona y, en próximas fechas, los vecinos de la Ribera también podrán hacerlo, ya que se prevé un nuevo taller, cuyas fechas concretará el próximo 24 de febrero en Alesbes (Villafranca), coincidiendo con la presentación de los dos últimos tomos de su libro.
Impulsor de Kantuz Kapare
Cada año, el grupo Kapare incorpora a su repertorio unas 10 o 12 canciones antiguas y, hasta el momento, han aprendido 100 melodías, de las que una tercera parte son xuberotarras. “Es el territorio que más ha conservado la forma antigua y tradicional de cantar. Allá se hacían las pastoralas donde todo el pueblo aprendía a cantar”, añade. El resto, son navarras antiguas, unas más conocidas como Ituringo Arotza, y otras más desconocidas, como la ya típica Iruñeko Ferietan, del navarro Otsalde, donde, en clave de humor, se cuenta la historia de un hombre que vino a la feria de ganado de los Sanfermines y compró una yegua engañado por un andaluz. “Nuestra idea es hacer una pequeña grabación que recoja todos estos aires para ofrecerlo a la vez que el kantutegi (cancionero), porque la gente sabe el texto de las canciones pero no cómo se cantan”, dice.
Por eso, intentan acudir a lugares donde no se oyen las voces del Iruñean Kantuz. Suelen ir de bar en bar por la calle San Nicolás y por la Plaza del Castillo, con la intención de llevar esta tradición a otras zonas. Asimismo, en fechas especiales, también se suelen incorporar al recorrido del Kantuz oficial, que comienza a las 12.00 horas en Mercaderes y que termina a las 13.30 horas en lo alto de la calle Estafeta. Es ahí cuando el grupo Kantuz Kapare se queda para entonar su cancionero más específico. “Poco a poco la gente va conociendo nuestra historia y se va aprendiendo las canciones”, reconoce.
EUSKARA SIN PREJUICIOS
Desde hace doce años, está cambiando la forma de disfrutar de la fiesta. Si antiguamente era impensable una sobremesa sin cánticos, hoy no se concibe una fiesta popular en Pamplona y su Comarca sin el sonido de los grupos de Kantuz. “Ése era el objetivo de Iruñean Kantuz y, por supuesto de Kapare: recuperar la costumbre perdida de cantar y romper con el manto de silencio que ha habido con el euskera”, apostilla. De hecho, Txema recuerda que en los inicios del Iruñean Kantuz, cuando se juntaban 40 personas, la gente les miraba de reojo, incluso a alguno le sentaba mal escuchar la lengua vasca. Hoy, sin embargo, son cientos de personas las que se juntan y ya se ha convertido en algo habitual. “Lo hemos conseguido. Ahora la gente nos aplaude y participa, porque es un formato sencillo y popular”, afirma. De hecho, una de las premisas de estos grupos es dejar de un lado la política y centrarse en cantar. “Queríamos que se oyera el euskera pero en una manifestación pacífica, alegre, sonriente. No existe la política en el Kantuz, no se permiten pancartas. Se trata de cantar en euskera para que cualquier persona de cualquier ideología pueda incorporarse”, confiesa.
Una vez más, centenares de voces iruindarras se unirán hoy para inundar las calles del Casco Antiguo con unos cánticos propios que ya jamás serán olvidados.
Diario de Noticias, 4 de Febrero de 2017