Iruñea y la tumba de Basilio Lacort, símbolo del Laicismo
Las personas suscribientes del presente escrito, somos miembros activos, amigos y colaboradores del COLECTIVO CULTURAL “BASILIO LACORT”, que como tal viene desarrollando autónomamente y desde el “AUTOBÚS DE LA MEMORIA” un trabajo colectivo en pro de la recuperación de la memoria histórica y democrática bajo la inspiración de la figura política que da nombre a nuestro Colectivo, que no es otro que la figura del periodista, sindicalista, político republicano, navarro D. BASILIO LACORT LARRALDE.
Recientemente hemos podido comprobar que desde el ÁREA DE PROYECTOS DEL AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA se ha redactado un Proyecto y Dirección de la obra de construcción de un Panteón que acoja los restos de fusilados en la 2ª República, obra que se ha llevado a cabo en el Cementerio de Pamplona a finales del pasado año 2013.
Independientemente de la opinión que podamos tener respecto a la oportunidad y alcance de dicha obra, hemos podido comprobar que la ejecución de la misma ha afectado al Panteón que BASILIO LACORT y su familia tienen en el Cementerio de Pamplona, desplazando dicho Panteón y Mausoleo y procediendo a talar los árboles frondosos que le daban cobijo, sin que por el momento sepamos quién solicitó y autorizó el desplazamiento del Mausoleo de su espacio anterior y la tala de los árboles, sustituyéndolo por una losa de mármol negro cuyo destino final desconocemos.
Hemos de decir que la historia del Mausoleo de D. BASILIO LACORT está ligada al Cementerio Civil ubicado en Pamplona, debiéndose saber que dicho Mausoleo fue asaltado en Julio de 1936, siendo profanado por los golpistas, siendo destruidas las inscripciones esculpidas en sus paramentos a golpe de piquete y martillo.
En el año 1939, el Cementerio se remodeló bajo la dirección del Arquitecto Municipal y miembro de la Junta Carlista de Guerra, D. VICTOR EUSA, creando una nueva parcela (la nº 17) para los muertos durante la guerra.
Más tarde, entre 1944 y 1970, el Cementerio Civil fue trasladado a la zona donde hoy se ubica el horno crematorio.
Entre la remodelación y la transformación se desmontó el Mausoleo de BASILIO LACORT abandonando las piedras que lo componían en un rincón del Cementerio. Los restos de D. BASILIO LACORT y su hermana se depositaron en un nicho y así pasaron los años entre el silencio y el desprecio, sin que nadie pudiera reclamar el Mausoleo, que hay que decirlo, fue sufragado con fondos allegados por republicanos navarros residentes en Argentina.
Transcurrido el tiempo y con los nuevos aires de cambio que rigieron en el Ayuntamiento de Pamplona a lo largo del año 1978, se puso punto final al Cementerio Civil y en la transición los restos de D. BASILIO LACORT se trasladaron de dicho Cementerio Civil a un lugar que podemos considerar digno de la figura histórica que representaba.
Es en el año 1982, bajo el mandato del entonces Alcalde, D. JULIÁN BALDUZ, cuando se decide recuperar las piezas del Mausoleo así como los restos depositados en los nichos y se reconstruye de nuevo el Panteón que acogerá definitivamente los restos del personaje más simbólico del republicanismo y el laicismo en Navarra.
Para mayor relevancia, se remodeló un espacio propio en un lugar preferente, una parcela triangular despejada para que se pudiese contemplar el monumento desde cualquier ángulo; en la base del Mausoleo se sembró césped y se plantaron hermosos árboles creando un lugar agradable e íntimo, apropiado para el recuerdo en el que hay que decir que durante 31 años, manos anónimas han venido depositando flores con pétalos de colores rojo, amarillo y violeta al pie del Mausoleo.
Esto ha venido sucediendo hasta un desgraciado día de finales de 2013 en que alguien desmontó el Panteón, se talaron los árboles, transformando el lugar apacible y sereno de su reposo en una parcela inhóspita y atacando una vez más de D. BASILIO LACORT LARRALDE quien según parece, sigue incomodando o molestando, ciento cinco años después de su fallecimiento.
La figura de D. BASILIO LACORT LARRALDE aunque es una figura en parte desconocida, es también una figura intencionalmente silenciada, de manera que pertenece a aquello que se ha dado en llamar, “memoria silenciada”, que no es lo mismo que “silencio de la memoria”, de lo cual es buena muestra lo que hasta aquí venimos relatando.
De cualquier manera, el COLECTIVO CULTURAL BASILIO LACORT pretende de una parte, denunciar lo acontecido como un verdadero ataque en primer lugar al Mausoleo que acoge los restos de D. BASILIO LACORT LARRALDE, así como a sus deudos, amigos y familiares, entre los que figura este Colectivo; pero además como un nuevo ataque a su memoria y a su significado, máxime cuando se ha hecho de una manera totalmente innecesaria y ante el desconocimiento total de la ciudadanía y de las Asociaciones memorialistas.
Para nosotros lo acaecido constituye un auténtico atropello y exigimos una inmediata reparación del mismo, lo que a nuestro entender constituye un auténtico deber y una obligación para cualquier ciudadano, pero en especial para aquellos ciudadanos cuyas señas de identidad sean la democracia y el republicanismo.
Por lo tanto, solicitamos del Ayuntamiento de Pamplona que en concordancia con lo relatado, se reponga el Mausoleo de D. BASILIO LACORT LARRALDE y su familia al lugar que ocupaba durante los últimos años por decisión del primer Ayuntamiento democrático de la ciudad, después del golpe de 1936, siendo repuesto el arbolado que lo rodeaba, tal y como lo estuvo en su plaza de Planta triangular hasta que fuera retirado.