Irujo traduce al castellano la obra completa de Teobaldo I de Nafarroa, «el rey por la paz»

Xabier Irujo

El historiador Xabier Irujo ha publicado la primera traducción al castellano de la obra completa de Teobaldo I de Nafarroa, el soberano poeta y músico al que ha calificado de «rey por la paz», por las composiciones contrarias a la guerra que realizó tras dirigir una cruzada en 1239.

Coincidiendo con el 788 aniversario de la coronación del soberano en la catedral de Iruñea, el historiador Xabier Irujo ha presentado la traducción al castellano de la obra completa de Teobaldo I de Nafarroa. Un trabajo que inició entre 1990 y 1991, «cuando estudiaba Filología, pero que perdí en uno de los ordenadores de la época», y que retomó en 2005 hasta completarla.

Publicada por Editorial Vasca Ekin Argitaletxea bajo el título ‘Teobaldo I de Navarra. Vida y obra del poeta que quiso ser rey’, la obra recoge un total de 62 trovas del soberano, «un poeta que escribió, cantó y compuso su obra en ‘langue d’oil’, lo que se considera hoy en día francés, un francés medieval con mucha influencia del latín, frente a la lengua d’oc, que era la utilizada por los trovadores», ha explicado Irujo.

Ese conjunto se desgrana en diferentes tipos de composiciones. Un total de 14 son cancioneros, integradas por los versos de la letra y que contaban con las correspondientes anotaciones musicales con la melodía, y que han llegado a ser interpretadas por diferentes grupos a partir de los años 70 del pasado siglo.

Otras 37 son cantos de amor cortés, en los que el amor «es un campo de batalla, una obligación más que un sentimiento» y que están dirigidos a la amante, con un tinte de amor prohibido.

También compuso un total de nueve jeux-partis y otros cinco débats sobre el amor y el honor caballerescos. En el primer caso, se planteaba un dilema a un contrincante dialéctico en la estrofa inicial y este último elegía una posición en la segunda estrofa. «Es algo parecido al bertsolarismo, pero no es improvisado» y que podría ser un precedente de los bertsos, aunque no existe una prueba documental que lo confirme, ha matizado Irujo.

El resto de composiciones que integran el trabajo de traducción del historiador y Premio Gernika por la Paz y la Reconciliación en 2019 son los poemas relacionados con la cruzada que dirigió en 1239 como soberano de Nafarroa. En ellos «mostró gran capacidad creativa, apartándose de los cánones de la época y mostrándose muy crítico con las cruzadas, haciendo referencia a las mismas como ‘un gran mal’. Unas composiciones que no sentarían muy bien a la jerarquía eclesiástica».

En opinión de Irujo, en estas trovas, «podemos ver al rey y, de hecho, una de sus cualidades como rey de Navarra fue su apuesta por la paz. En definitiva, no fue un amigo de la guerra».

Un rey de «extraña nación» con contradicciones

El trabajo del historiador se completa con una detallada biografía de Teobaldo I, que se convirtió en rey de Nafarroa tras fallecer Sancho el Fuerte en 1234 sin descendencia directa. El nuevo soberano era sobrino del monarca por parte de su madre, Blanca, y conde de Champaña y de Brie.

Sobre su biografía, Irujo ha señalado que «Teobaldo es muy interesante, un personaje muy medieval repleto de contradicciones». Así, participó en varias guerras, que solía perder militarmente, «pero ganaba la paz». Era «muy fiel con sus amantes y muy infiel con sus esposas» y a pesar de dirigir una cruzada en Oriente, «murió excomulgado, aunque fue enterrado en la catedral de Pamplona, donde ya no están sus restos».

Aunque fue coronado soberano de Nafarroa, se había criado en Champaña y fue considerado por los navarros como un rey «de extraña nación y de extraño lenguaje» y por ese motivo, se pusieron por escrito las leyes del reino, sus fueros, para que los jurara y acatara, «algo a lo que no estaba acostumbrado como conde».

A cambio, se convirtió en soberano de un reino «que era muy rico, lo que le permitió dedicarse a escribir y componer música, lo que más le gustaba, y muy culto, como evidencian los 1,7 millones de volúmenes que integraban la biblioteca de Sancho el Fuerte», ha detallado Irujo.

En un lugar así, «Teobaldo se sentía muy bien, porque estaba en un contexto de actividad cultural efervescente que enriqueció como poeta y compositor». Una obra que se puede conocer ahora en detalle gracias a la traducción realizada por el historiador.

Naiz