Euskal Herriko erakunde Memorialistak: Declaración respecto al actual proyecto de Ley de Memoria Democrática
Es evidente que el actual proyecto de Ley de Memoria Democrática, en su redacción oficial actual e incluidas las enmiendas aceptadas y transaccionadas conocidas, contempla toda una serie de mejoras importantes en relación con la situación legal anterior: censo de víctimas, mapas de fosas, ámbito educativo, auditoria de bienes expropiados, nulidad de sentencias, Banco de ADN, papel activo del Estado, conversión para centros de memoria del fuerte de Ezkaba y palacio La Cumbre…. Aún con todo, vemos con preocupación que el proyecto resultante sigue asentándose en los pilares fundamentales que conforman el régimen de impunidad para con los crímenes del franquismo que venimos arrastrando desde hace ya 45 años.
En el ámbito de la VERDAD, consideramos que el reconocimiento de la misma es parcial e interesado, pues sigue invisibilizando y, en esta medida, protegiendo a los victimarios. Junto a ello, mantiene en vigor la franquista Ley de Secretos Oficiales de 1968 y retiene, sin dar trámite al mismo, el proyecto de Ley de Bebés Robados, paralizado desde hace dos años en el Congreso.
Pero es en el terreno de la JUSTICIA donde los déficits son mayores, pues se siguen cerrando las puertas de los tribunales a las exigencias planteadas por las víctimas de los crímenes contra la humanidad cometidos por el franquismo: asesinatos, desapariciones, bebés robados, trabajo esclavo, torturas, cárcel, exilio, expolio patrimonial… Por si fuera poco, la Ley de Amnistía de 1977 no se anula. Ni siquiera se reforma anulando los apartados e) y f) del Capítulo Segundo, como lo venimos pidiendo desde hace años, dejando así el derecho internacional referido a esta materia sin ser reconocido, ni atendidas las reclamaciones sobre ello de los Relatores Espaciales de Naciones Unidas.
Evidentemente, si partimos de una verdad parcial e interesada y de la negativa a acceder a la Justicia, la REPARACIÓN derivada de lo anterior, lejos de ser integral, se queda, como ya está ocurriendo en muchos casos, en algo puramente mediático–administrativo, más aún cuando se cierra la posibilidad de que los expolios patrimoniales padecidos sean revertidos y los daños causados sean justamente compensados e indemnizados. En esta ley se sigue discriminando a las víctimas si la comparamos con lo contemplado en otras leyes de víctimas ya existentes, como la Ley de Víctimas del Terrorismo, de 2011. No es admisible que el reconocimiento y reparación a las víctimas se haga en función de la violencia que las ha provocado. Todas las vulneraciones de derechos humanos deben ser tratadas por igual.
Por último, debido al silenciamiento, protección y amparo otorgado a los victimarios y a la ya señalada negativa a abrir las puertas de la Justicia a las exigencias de las víctimas, las GARANTÍAS DE NO REPETICIÓN de las vulneraciones de derechos humanos padecidas durante el franquismo quedan muy en entredicho.
Es por ello que reclamamos a los grupos que conforman el Gobierno y a todos aquellos que han afirmado la necesidad de acabar con el actual régimen de impunidad para con los crímenes franquistas, que no cierren en falso esta oportunidad histórica y actúen en consonancia con todas las reiteradas exigencias emanadas de la ONU, sus Comisiones y Relatores de Derechos Humanos, así como también del propio movimiento memorialista.
Cerrar las heridas aún abiertas por los crímenes del franquismo exige algo más que conformarse con las mejoras parciales que el mismo contiene. Si verdaderamente queremos lograr que las garantías de no repetición de lo ocurrido tengan un soporte firme, es preciso ahondar mucho más en las exigencias de Verdad, Justicia y Reparación hasta ahora reclamadas. Eso es lo que esperamos de todos nuestros representantes.
Euskal Herriko erakunde Memorialistak