Patrimonio / Ondarea

Aparecen los restos de unos mosaicos romanos en Peralta

Mosaicos romanos en Azkoien

Mosaicos romanos en Azkoien


Aunque hace días que entre los vecinos de la localidad ribera ya se oían rumores y muchos han sido los que han intentado enterarse de qué pasaba en el regadío peraltés al detectar la ida y venida de muchas personas, no ha sido hasta ahora cuando la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana, a través del servicio de Patrimonio Histórico, ha anunciado la aparición de los restos de un asentamiento rural de época romana que han salido en un control arqueológico de las obras de instalación de riesgo por aspersión en un paraje del término municipal de Peralta.

Lo que se inició como un control rutinario, han informado, ha acabado siendo una excavación arqueológica en un área de en torno a 400 metros cuadrados, fruto de la cual se han descubierto parcialmente los restos de un asentamiento rural de época romana de los siglos III-IV d.C., cuyas características y extensión se desconocían. En el yacimiento destaca un edificio de notables dimensiones en el que se ha centrado la actuación.

Aunque las estructuras se encuentran muy alteradas por la roturación, insisten, han aparecido en este edificio tres pavimentos con mosaico; uno de ellos, de 30 por 9 metros, ha resultado ser el de mayores dimensiones reconocido en Navarra.  Los otros dos anexos tienen menor tamaño y, eso sí, todos ellos se encuentran decorados con motivos geométricos y vegetales.

La colaboración entre las instituciones y el propietario de los terrenos ha permitido salvar de su destrucción este singular hallazgo que se adivina como un importante núcleo durante los siglos finales del Imperio Romano, cuya función está todavía por descubrir.

Para el alcalde peraltés, Juan Carlos Castillo, «esta es una pieza más de la historia de Peralta y, por lo que se baraja, una pieza bastante antigua». De hecho, insistía, «es un hallazgo importante y nuestra idea es ponerlo en valor, preservarlo y darlo a conocer porque nos parece algo muy interesante«.

Los trabajos de excavación se iniciaron el 8 de marzo y finalizaron la pasada semana y, paralelamente a esta obra, han llevado a cabo una actuación de conservación preventiva de los mosaicos. De hecho, han decidido cubrirlos y vallar la zona para protegerlos y continuar con los estudios geofísicos.

Además, apuntaba Castillo, al tiempo que informaba de que el propietario de la parcela se mostró colaborativo desde el primer momento, la idea es escrutar con un georradar toda la zona para ver hasta dónde llega este hallazgo y delimitarlo.


Al tanto de todo junto a Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana ha estado el Ayuntamiento de Peralta, que ha colaborado de forma estrecha para salvaguardar el lugar y diseñar una estrategia de actuación a futuro. Y es que el objetivo es definir la extensión del yacimiento y analizar y estudiar adecuadamente los restos.

Otras actuaciones

Este hallazgo se suma a las tres actuaciones que el Ayuntamiento tiene previstas realizar este año en su patrimonio histórico, cultural y arquitectónico. En este caso la primera de ellas será en el entorno de la vieja Atalaya medieval, en concreto en el Portil de Lobos, una pieza que destaca por su conservación y por ser la única de estas características y a la que ahora van a dotar de más seguridad.

Por otro lado, en la ermita de la Virgen del Pero van a consolidar un muro que descubrió hace años una arqueóloga local y, además, van a utilizar un georradar para establecer los límites de esta construcción y poder limpiar toda la zona.

Y por último, pretenden potenciar e incluso dar luz verde a un proyecto de actuación y de conservación de la ermita de Arlas, una iglesia mozárabe del S. XI y un ejemplar casi único en Navarra. «Es, a nivel arqueológico, el lugar que más valor tiene en Peralta», culminaba Castillo.

Diario de Noticias


 

Hallan un miliario romano en Setoain

Miliario romano en Setuain

Miliario romano en Setuain


Arqueólogos de la sociedad de Ciencias Aranzai dieron ayer a conocer el descubrimiento de un miliario romano en Setoain, en el valle de Esteribar. Este hallazgo es la primera evidencia que puede confirmar el paso de una calzada romana por el valle de Esteribar, pues hasta el momento sólo se hablaba de recorridos hipotéticos que no habían sido verificados con datos arqueológicos.

«Sabíamos que había algo, los topónimos nos daban muchas pistas, pero hasta ahora no lo veíamos tan claro», afirma el historiador Juan Mari Martínez Txoperena.

Él, Rafael Ballano Pérez y Rafael Zubiria Mugica forman el equipo de Aranzadi que lleva años realizando investigaciones sobre antiguos poblados y vías de comunicación en el Pirineo Navarro y, siguiendo las pistas de los topónimos, dieron con un lugar denominado Etxezarreta (casas viejas).

Una vez localizado, entre la maleza y tumbada en el suelo, distinguieron una gran piedra trabajada que se asemejaba a un miliario y pudieron comprobar los restos de muros y construcciones que justificaban el topónimo. «Era una gran piedra, en un bosque muy cerrado», añade. A partir de ahí, se procedió a desbrozar la zona y colocarla en posición vertical, confirmando, por sus características, que se trataba de un miliario, aunque carecía de epigrafía grabada. «El 80 % son anepígrafos, pero es casi seguro que es un miliario, tiene una forma clarísima», subraya el historiador.

El miliario, que se solía colocar al borde de las calzadas con el fin de señalizar y marcar las distancias de la vía, tiene unas dimensiones de 185 cm de longitud, 55 cm de diámetro y un peso de 1.135 kg. Está labrado en piedra caliza con una base de sección cuadrangular, siendo el resto de forma semicilíndrica, y en toda la superficie se descubre el trabajo de cantería. En el fuste se aprecian dos hendiduras o cajetines probablemente relacionados con su reutilización posterior. «Realizamos un estudio petrológico de la procedencia de la misma, comprobando la existencia de unos microfósiles característicos que nos llevaron a la antigua cantera localizada a la derecha de la carretera de Ilurdoz, donde fue extraída», expresa el historiador.

De momento, no es posible confirmar la localización original, pero es evidente que el miliario habría sido trasladado desde algún punto del fondo del valle, que es por donde hipotéticamente transcurriría una calzada, en un punto entre Larrasoaña y Urdaitz/Urdániz. «El propietario de Etxezarreta vivía en el Señorío de Zai, ahora despoblado, y es posible que utilizara esta piedra como columna en su casa, ya que tiene marcas de reutilización», especula Txoperena.

Por encargo de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra, el pasado 16 de noviembre se procedió a la recuperación del miliario y tras una complicada tarea, con la ayuda de una excavadora, fue trasladado al depósito de los Fondos de Arqueología, donde se encuentra a la espera de su estudio.

Fuente: Diario de Noticias