Patrimonio / Ondarea
El proyecto ‘Amabitxi’ se propone recuperar el patrimonio roncalés
Igual que el amabitxi, joya de la indumentaria tradicional roncalesa con la que se sujeta por detrás la falda encimera de manera que no se caiga, un grupo de vecinos del valle ha puesto en marcha la iniciativa que toma su nombre con el objetivo de incidir en la recuperación de todo el patrimonio, dando prioridad a la indumentaria tradicional.
El proyecto Amabitxi fue presentado el sábado en el ayuntamiento de Burgui por el coordinador de la iniciativa en esta localidad, Iñaki Ayerra, en un acto organizado por la asociación cultural La Kukula, que contó con la proyección de un resumen de las entrevistas grabadas en la villa para el Archivo del Patrimonio Oral e Inmaterial. Después, el escritor izabar Fernando Hualde explicó a los asistentes el contenido de este nuevo proyecto cuya puesta en marcha se iniciará a partir de enero en los siete pueblos roncaleses. Hualde es uno de los impulsores de esta iniciativa pionera basada en la certeza de los importantes elementos etnográficos que atesoran las casas del valle, y que incidirá en todo lo que afecta a la indumentaria tradicional del valle, sobre la que ya se ha hecho un muestreo en varias casas de diferentes localidades roncalesas con un resultado espectacular, según indicó. «Hemos elegido este nombre porque entendemos que el patrimonio es una bonita joya que hay que sujetar para que no se caiga. En la actualidad, son mil las piezas catalogadas en el valle, y este número es insignificante para lo que hay dentro de las casas», apunta.
La labor que se pretende desarrollar es, principalmente, la catalogación de las piezas antiguas de interés etnográfico existentes en las casas y bordas del valle, así como fotografías y documentos que aporten algo al patrimonio roncalés histórico, lingüístico, etnográfico y cultural. Los impulsores consideran que catalogar las piezas (realizar una ficha con el nombre, fotografía, medidas, uso y estado) es necesario para avanzar en la investigación del patrimonio, y para salvaguardarlo, algo que requiere de la colaboración vecinal. «Nos interesan todas las piezas sin excepción, las que afectan a los oficios antiguos, a la religiosidad y creencias populares, y a todo aquello que pertenezca a nuestro patrimonio. Necesitamos la implicación de los vecinos para que permitan acceder a las casas y dar a conocer las piezas que conservan», matiza Hualde.
El proyecto Amabitixi se suma a los importantes pasos dados para recuperar el patrimonio roncalés y se pondrá en marcha a partir de enero en los siete pueblos del valle. Para animar a la colaboración vecinal, los impulsores dejan claro que en ningún caso se sacarán las piezas de las casas, sino que se hará la catalogación en el mismo sitio en el que están y, siempre que se desee, estará garantizado el anonimato de sus propietarios.
Diario de Noticias, 09/12/2013
Hallan restos de un castro de la Edad del Hierro en Areso
El hallazgo de restos de una vasija durante los trabajos de investigación y búsqueda de una cueva por parte de la asociación Burdinataldea refuerza la hipótesis de la localización de un castro de la edad de Hierro en Areso.
Los primeros indicios, señalados en un informe de la Sección de Arqueología de la institución Príncipe de Viana, apuntan en esa línea con la advertencia añadida de subrayar el carácter singular del recipiente de cerámica. Su interés radica en la escasez de su tipología en el norte de Navarra.
Su descubrimiento se produjo durante unas labores de excavación a los pies de la ermita de Santa Cruz, situada a 600 metros del núcleo urbano.
Los entendidos dirigen sus investigaciones a la existencia de un castro de entre 600 y 700 años antes de Cristo sobre el que pudo erigirse el templo. Su construcción en el siglo XVI coincide con las pesquisas que realizó la Inquisición al tener constancia del uso de una antigua cueva, situada en la zona, como escenario de aquelarres.
Por la tradición oral conservada en el pueblo se sabe que hubo personas condenadas y ajusticiadas. «Existe un documento de la Inquisición de 1576 que detalla el apresamiento de 40 personas en el valle. En ese documento se hace referencia a la cueva», precisó el pasado jueves José Ramón Berrondo, de la asociación Burdinataldea, en los prolegómenos de la presentación pública del descubrimiento realizada en el Ayuntamiento de Areso.
Un segundo elemento histórico, la Guerra de la Convención (1793-1795), reforzó los ánimos de Burdinataldea en la búsqueda de la cavidad, que, por referencias orales conservadas en la localidad, se sabe que pudo ser utilizada como defensa de las tropas francesas. «En el pueblo se dice que en su retirada el ejército francés provocó una explosión y la cueva quedó tapada. Posiblemente, a raíz de esa explosión, la vasija se desplazó ladera abajo de la parte superior donde se encuentra la ermita», como aclaró Berrondo. En la presentación del pasado jueves, junto con el alcalde, Ur Algueró, comparecieron Manu Izagirre, ex responsable de Arqueología en Guipúzcoa; y Xabier Arruti Txanka, de Burdinataldea.
Diario de Navarra, 08/12/2013