Opinión / Iritzia
Pobre Día de Navarra…
Orreaga Fundazioa volverá a celebrar este próximo día 3 de diciembre el Nafarren Biltzarra – Día de Navarra 2019, haciendo contrapunto, con más voluntad que medios, pero con contenido popular, a unas celebraciones meramente institucionales sin reflejo en el ambiente de calle. Este día que nació “cojo”, por haber surgido “de arriba hacia abajo”, como si se tratase de el “día” de una comunidad autónoma cualquiera, con concesiones de “medallas” a personajes como Félix Huarte Goñi, que entre otros muchos méritos tiene el de haber sido “constructor del Valle de los Caídos”.
Nos gustaría que ese día celebrásemos con orgullo el ser navarros por pertenecer a esta comunidad, la “Nabarra Osoa”, reducida por imposición externa y, no lo olvidemos, por colaboraciones internas, a las fronteras actuales. Una comunidad tan singular, antigua y rica en gestas históricas, aunque es de reconocer casi siempre como perdedores, pero no derrotados. Esto no le quita valor a los hechos demostrados a lo largo de siglos, el sacrificio y entrega dignos de mejor suerte.
Las últimas elecciones autonómicas han traído en nuestra Comunidad, un cambio en el Gobierno y también en algunos ayuntamientos, con el ascenso de algunos partidos que odian las raíces de esta tierra… sus propias raíces. Disfrazándose de “navarrísimos” y buscando “sumar” apoyos con otros partidos cuyo fin último es españolizar Navarra, intentan borrar aquellas señas de identidad, ocultando y/o desfigurando nuestra historia y nuestro rico acervo cultural. Prefieren ser “súbditos” de un reino extraño, que ciudadanos en su propia tierra. (Ejemplo más reciente: Escudo de los Borbones vs. Escudo de Iruñea)
Una de esas riquezas culturales que posee Navarra y que con tanto empeño han intentado quitárnosla, es el Euskera. Durante siglos los conquistadores han puesto todo su empeño en eliminarlo empleando todos los medios a su alcance y para su desgracia y gracias al esfuerzo colectivo todavía no lo han conseguido. (Otro ejemplo cercano en el tiempo, censura a los payasos Pirritx, Porrots eta Marimotots).
Ya, durante la Edad Media, el Euskera era la lengua mayoritaria en Navarra, se mantuvo muy fuerte durante los siglos XV, XVI y XVI y no es hasta los siglos XIX y XX cuando se observa el declive del mismo. En la actualidad se sigue perpetuando ese retroceso a través de medidas como la Ley del Vascuence de 1986, renovada actualmente, una ley que conviene recordar, relega a los vasco-hablantes a ciudadanos de segunda categoría. Esta forma de actuar nos ha traído «uno de los mayores descalabros culturales de Navarra» y como no… nuestros enemigos lo ven con satisfacción y regocijo.
Pero como no se trata solamente de llorar, es por esto que también queremos señalar y desenmascarar en ese día a quienes actualmente están detrás del genocidio cultural contra el Euskera y por contra, a quienes trabajan en su recuperación. Este año 2019 la denominación Conde de Lerín que otorga Orreaga Fundazioa, recaerá en el sindicato español de ámbito navarro, la Unión General de Trabajadores (UGT), por sus continuos y reiterados posicionamientos políticos en contra de la cultura vasca de Nafarroa, principalmente en temas tan fundamentales para la recuperación de nuestra identidad como es el Euskera.
También queremos premiar a quienes trabajan día a día por esta Comunidad y en este caso la denominación Mariscal Pedro de Navarra 2019 recaerá en la institución Real Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia, en el Centenario de su fundación, por su trabajo en velar por el Euskera, investigando y formulando leyes gramaticales, promoviendo su uso y los derechos de la lengua.
Así mismo, el galardón que anualmente concede esta Fundación a la persona o entidad que se ha destacado a lo largo de su vida por su trabajo en defensa de la identidad navarra, se ha concedido a Joxe Ulibarrena; escultor, ceramista, escritor, fundador del Museo Etnográfico del Reyno de Pamplona. Con este motivo, el día 2 a las 19:00, en el Palacio del Condestable, tendremos la oportunidad de asistir a la proyección del documental “Esculpiendo la Historia. Joxe Ulibarrena”, de Angel Sanchez Garro.
Los actos que tradicionalmente Orreaga Fundazioa celebra el día 3 ante el monumento a los Fueros serán estos: a las 11,45, Ofrenda Floral y Aurresku, seguido de kalejira con participación de txistularis, akordeonistas, trikitixas… por el Casco Viejo hasta el kiosko de la Plaza del Castillo, donde a la 1:00 del mediodía se realizará el ekitaldi principal con actuaciones musicales, bertsolaris, y donde se podrá escuchar el Pregón que para este día ha preparado el citado Joxe Ulibarrena.
Sirvan estas líneas para agradecer públicamente a todos los grupos participantes en los actos de ese día, que siempre lo hacen de manera voluntaria y sin compensación económica, y a todas las personas que haciendo frente a las habituales inclemencias del tiempo de este día 3 de diciembre, se unen a estos actos con fin de celebrar este Nafarren Biltzarra de manera diferente.
Koldo Amatria (Presidente de Orreaga Fundazioa
Las victorias de los vencidos
Los manuales de Historia de España nunca han prestado mucha atención al tema de la Conquista de Navarra. Los más antiguos lo ventilaban en apenas una línea. Hoy día, incluso los manuales universitarios, no dicen mucho más. Las mismas palabras utilizadas al describir este acontecimiento histórico –“unión”, “anexión”, “ocupación” y sobre todo “incorporación”- parecen elegidas para transmitir la idea de que los navarros no se resistieron a ser conquistados. Es más, cansados de guerras intestinas, casi lo estaban deseando. Por propia voluntad –se concluye- Navarra se unió al resto de reinos peninsulares en un proyecto político común que a partir de entonces se llamó España.
Como podrá verse en este libro «Las victorias de los vencidos», los hechos no ocurrieron así. Es incontestable que la mayor parte de Navarra fue incorporada a España por las fuerza de las armas. Y si es cierto que hubo un sector de navarros que apoyó a los conquistadores, también lo es que, cuanto más se investigan los hechos, más claramente se evidencia la fuerte resistencia que la Navarra legitimista ofreció a la conquista española.
Este libro quiere mostrar esa realidad y dar nombre a los que la protagonizaron. Quiere romper el mito de que la incorporación de Navarra a España fue un proceso voluntario, pacífico y hasta inevitable.
Es verdad que en aquella guerra apenas se dieron grandes batallas campales. Frente al poderoso y moderno ejército castellano, poco podía hacer el navarro. Si, iniciada la agresión, Navarra quería contrarrestarlo, la ayuda francesa era imprescindible. Pero, unas veces con su apoyo y otras sin él, hubo sin duda una resistencia navarra. Los levantamientos populares en Estella-Lizarra, Sangüesa-Zangoza, Pamplona-Iruña; las conquistas de los castillos de Burgi, Tiebas y Amaiur o las batallas de El Saso de Olite-Erriberri, Yesa y Zegarren así lo prueban.
En 1527, los españoles fueron expulsados de la Tierra de Ultrapuertos y el reino quedó fracturado por los Pirineos entre la Alta y la Baja Navarra. Un siglo más tarde, se produciría la conquista francesa de este último territorio. El Reino de Navarra desaparecía así como estado independiente y de su reparto surgirían una Navarra española y una Navarra francesa. Al final, pues, aquella guerra se perdió. Pero, como muestra este libro, en ella no todo fueron derrotas.
Peio Monteano Sorbet