Opinión / Iritzia

Navarra despierta en Bizkaia

Por eso traigo aquí el debate con relación a Navarra, que tuvo lugar en las Juntas Generales de Bizkaia, comisión de Cultura y Euskera, el pasado 29 de junio de 2012, con motivo de la propuesta presentada por Bildu, en base al V centenario de la invasión de 1512 y a partir de la realidad política de Navarra como el Estado propio de los vascos, que continúa conquistado. El texto de la proposición de Bildu dice:

«Como es conocido, el reino de Navarra fue Estado europeo, el único que han tenido los vascos. Navarra fue el reino vasco. Y así lo demuestran gran número de testimonios jurídico políticos…». «Asimismo, no podemos hacer la diferenciación entre vascos y navarros. La palabra navarro, ante todo, es un concepto jurídico político. En el denominado Codex Calixtinus se consideran como navarros a los habitantes de Álava y Bizkaia…». «… el Estado europeo de Navarra , … su territorialidad estaba bien definida, y así quedaban garantizados los límites territoriales en el pacto firmados con el conde de Castilla en 1016, el pacto de Tamara de 1127 y Laudo Arbitral de Londres del año 1177. Y según reza en los documentos de la época, las aguas territoriales del reino el año 1190 alcanzaban hasta Castro Urdiales». «Durante los 500 últimos años se ha extendido la infame e interesada mentira, la mayoría de las ocasiones con la ayuda de la historiografía oficial, para presentar lo que fue una conquista a sangre y fuego contra el Estado navarro, como si se tratara de una simple anexión, un acuerdo o una alegre asociación entre iguales». «… Por todo ello, el Grupo Juntero Bildu de Bizkaia presenta para su aprobación la siguiente Proposición No de Norma:

1.- Las Juntas Generales de Bizkaia instan a la Diputación Foral de Bizkaia (DFB) a que: recuerde los hechos acaecidos en las conquistas, dado que han tenido importantes repercusiones en el devenir político de esta sociedad, dando oportunidad a que toda la ciudadanía tenga un conocimiento adecuado de tales hechos.

2.- Las Juntas Generales de Bizkaia instan a la DFB a que: estudie el impulso y la puesta en marcha de publicaciones, exposiciones, jornadas, conferencias, mesas redondas, placas y monumentos para dar a conocer esos hechos históricos, en aras a un mejor conocimiento sobre lo que el Reino de Navarra supuso para Bizkaia.

3.- Las Juntas Generales de Bizkaia instan a la DFB a que: como institución actual de uno de los territorios que, previamente a la sucesiva conquista y división del reino, constituían la unión política de Vasconia, que a la postre sería el reino de Navarra, declaramos solemnemente que nos ratificamos en el derecho democrático que nos asiste para ser parte de la unión social, política, cultural y económica que fue arrebatada por la fuerza». (Boletín nº 160 a) de las JJ GG de Bizkaia).

A esta propuesta primero se opuso con vehemencia el PP, apoyado por el PSE y PNV. El representante del PP, Arturo Aldecoa Ruiz, contestando a Bildu, les aconsejó que hicieran una interpretación marxista (sic) de la historia, ocultando la conquista de esta nación, ya que, según él, antes de 1789 no había nación: «…De lo que usted está hablando solo existe… prácticamente desde la Revolución Francesa. Todo lo que hay más atrás en el tiempo es una sociedad estamental… el soberano es el dueño del territorio y puede venderlo, fraccionarlo, repartirlo». «¿Cree que lleva a algún sitio inventarse un Estado vasco preexistente en el pasado que no existió ni él ni ningún otro?». «…no necesita inventarse tonterías y no necesita reinterpretar pasados para dar asiento y fundamento a esas tonterías». Sin embargo, el historiador marxista citado por el PP, Eric Hobsbawn, fallecido el 1 de octubre de 2012 a los 95 años, le contesta cuando dijo que: «Es preciso defender a la historia contra quienes [como el señor Aldecoa] niegan su capacidad para ayudarnos a comprender el mundo».

El representante del PSE, Juan Otermin Eraso, hizo hincapié también en la inexistencia, según él, de la nación y el Estado vasco o navarro e insistió en dar consejos políticos a los partidos nacionalistas vascos, consejos que él como nacionalista español no se aplica: «Hay que huir del presentismo en la historia. Es decir, la proyección de nuestros valores del presente sobre el pasado y huir de nostalgias…». «…Hay que tener siempre en cuenta que la historia oficial es la historia de quien ha ganado…». «…La decisión jurídico política de nuestro estatus hoy o de lo que queremos para mañana, casi es mucho mejor plantearlo desde nuestra reflexión y nuestra lógica histórica hoy…». «No podemos identificar grosso modo monarquía con Rstado antes de la figura del rey Felipe II…». «Habría que decir que en el año 1200 Bizkaia decide abandonar a Navarra y defender los intereses de los reyes que estaban por Castilla». … «A lo que voy es, creo que a día de hoy sostener un concepto de Estado de Navarra en el momento de la ocupación, porque hubo una ocupación del rey de Castilla, sería alterar un poco el significante y el significado de lo que ocurrió entonces».

El representante del PNV, Sánchez Ibarluzea, dejando constancia del síndrome servil del conquistado, dio por buenos los argumentos de PP y PSE, pues resulta a su entender que los antepasados del ponente eran los conquistadores, a pesar de que fueron levas forzadas de tropas, nada de voluntarias: «Después del argumentario [del PP y PSE], yo creo que profundo y serio, a mí personalmente me ha venido muy bien…». «En esa conquista de Navarra participaron los vizcaínos, participaron los guipuzcoanos, participaron los alaveses… Pero en el fondo creo que la idea que hay que remarcar es tanto desde 1512 como antes hasta ahora: no a la imposición violenta de nadie. Contradiciéndose prefiere no divulgar la historia, no vaya a ser que tenga que cambiar de opinión, «…pero es que los vizcaínos también queríamos imponer».

El representante de Bildu, Asier Sanz Ugarte, les contestó en euskera: «Parece que no habéis leído las tres peticiones de nuestra propuesta. Aquí recordamos todas las realidades históricas de cada uno. Y esta es otra realidad histórica que existió y que fue muy importante. Esos vencedores, aparte de escribir unos sucesos que sucedieron hace tiempo, desde entonces habéis tenido suficiente tiempo para corregir y limpiar las mentes de falsedades». «Me has llamado nacionalista, pero tú [Aldecoa] eres más nacionalista que yo, porque yo no te digo lo que tienes que ser y tú a mí sí. Yo no te digo que leyes tienes que aplicar, pero las leyes que acordáis vosotros nos las aplicáis sin alternativa…». «…hay versiones que están ganando que dicen lo contrario, que fue una conquista, y se unieron a la fuerza con Castilla, no por su propia voluntad».

El resultado de la votación fue tres votos a favor de la propuesta de Bildu y diez en contra, del PP, PSE y PNV. Las actas de este debate, aunque poco difundidas, reflejan que la siembra hecha por preclaros vizcaínos como Anacleto Ortueta y José Antonio Aguirre está produciendo el despertar imparable de Nabarra en Bizkaia.

Tomás Urzainki mina

A Navarra le roba todo dios

Hoy el pueblo navarro sufre en sus carnes la más repugnante marginación, si no contamos entre la mayoría de esta sociedad a los colaboradores del poder conquistador y subordinador. Estamos asistiendo al estallido de un sistema de dominación, profundamente corrupto y expoliador, que tiene su única justificación en la conquista y depredación de la sociedad navarra. El robo de Can, la liquidación del único banco público navarro, pieza básica del sistema hacendístico y del autogobierno navarro, es la gota que desborda el vaso de la indefensión de la sociedad navarra. La ciudadanía navarra yace en el fondo del pozo a la que ha sido arrojada por los conquistadores.

Hoy aquí las crisis económicas y la corrupción son consecuencias directas del conflicto político que es la conquista continuada de Navarra.Vamos a detenernos en la constatación de que nos hallamos ante un conflicto clave cuya causa es política, la permanente conquista, y cuyo conocimiento debe suponer el inicio de la necesaria desconquista. La negación de la existencia de una realidad sociopolítica, por parte de quienes la dominan, es la plasmación del conflicto permanente.

Ante el cada vez mayor desprestigio del llamado Régimen foral de Navarra, a los sedicentes navarristas solo se les llena la boca con la cantinela foral, actitud dirigida en la práctica sobre todo a cantar las maravillas de su Régimen ante los ciudadanos navarros, con razonamientos que pretenden ser políticos cuando en realidad esconden la situación de subordinación perversa de la continua conquista española, camuflándola con un discurso no democrático y esencialista. El Régimen foral, que se apoya en un gigantesco fraude al cual se hallan sometidos los conquistados navarros, consiste en la suplantación de los derechos políticos de esta sociedad por unas sacrosantas e intangibles esencias forales que se hallan fuera de la libre decisión de los ciudadanos. Hay que dejar claro que los impostores son auténticos neofranquistas, que antes eran del Movimiento Nacional fascista del 18 de julio de 1936 y ahora son foraleros disfrazados en los partidos sedicentemente democráticos de UPN y PSN, que en absoluto hicieron la industrialización de Navarra. Por contra, los actuales ocupantes del Palacio de Navarra no tienen nada que ver, ni antes ni ahora, con el pasado progreso de la economía navarra.

La absoluta evidencia de la falsedad de todo el sistema, llamado foral, que no solo no ha evitado sino que ha facilitado el expolio y la indefensión, por lo que a la sociedad navarra le roba todo dios. Todo comienza y continúa con el mutuo acuerdo y complicidad recíproca de España y la Iglesia, para acabar con la existencia de la sociedad navarra. Francia también hizo lo mismo. La caterva de corruptos y fascistas son los colaboradores necesarios de la irracional conquista que continúa. El desamparo en la conculcación de los derechos de las navarras y navarros va desde la religión a la justicia, pasando por las leyes, gobierno, cultura, bienestar, economía, educación o sanidad.

La crisis económica que padecemos los navarros es triple. Primero, la impuesta desde los Estados dominantes USA, Alemania, China, Japón e Inglaterra, a través de sus plazas financieras sobre el conjunto de las plazas financieras nacionales y que provocan la desregulación generalizada: «La unificación de los mercados financieros, alrededor de un cierto número de naciones, detentadoras de la posición dominante, entraña una reducción de la autonomía de los mercados financieros nacionales» (Pierre Bourdieu). Segundo, la de los estados fallidos conquistadores, en crisis política sistémica, España, Francia, Italia, Rusia, Turquía, cuyos regímenes neoabsolutistas y jacobinos suponen una gran rémora económica. Tercero, los estados, con la crisis crónica que supone su condición de conquistados y subordinados, que padecen acumuladas las tres crisis, como Navarra, Catalunya, Flandes y Escocia. A estos el único camino que les queda para liberarse y defenderse de las tres crisis es la desconquista e independencia.

Navarra es una sociedad conquistada, con todas las consecuencias terribles que ello conlleva. La conquista supone para Navarra tres insoportables crisis superpuestas. Hoy en Navarra la permanente conquista es la madre de la corrupción y de las crisis. A la actual crisis económica sujeta a coyunturas globales, se le suma las sistémicas de los dos estados conquistadores, y por último la inherente a la condición de conquistados, que descubre más si cabe la realidad de la continuada conquista de Navarra. La conquista es el mayor mal, la peor lacra que le puede afectar a la humanidad. Con el agravante de que las grandes catástrofes que afectan a las sociedades humanas siempre son temporales, terremotos, tsunamis, sequías, inundaciones, pestes o guerras, pero, por el contrario, la conquista continúa hasta que se produce la desconquista. El sistemático expolio y corrupción económica que padece Navarra desde el ámbito del poder político instaurado, es debido exclusivamente a la situación de nación conquistada. Son los conquistadores actuales los autores de la irracional subordinación e indefensión que sufre la sociedad navarra.

Tomás Urzainqui Mina