Opinión / Iritzia

La exposición de Ujué que nunca está abierta

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Mikel Burgui. La web oficial del Gobierno de Navarra del jueves 12 de abril de 2012 daba la noticia de que el entonces consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales, Juan Luis Sánchez de Muniáin, había visitado Ujué dando por finalizadas las obras de restauración de nuestro conjunto monumental tras diez años de trabajos. La financiación de todas las actuaciones corrió a cargo de la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra y Príncipe de Viana. Lo invertido en Ujué sumaba un total de 5.576.189,62 euros. Como paso definitivo para poner en uso el conjunto monumental se habían invertido otros 35.736,30 € más en la instalación de una exposición en las dos primeras plantas de dicha casa palacio del siglo XIV. Además, aprovechando un ala de la casa parroquial se instaló en su interior un ascensor que comunica la planta baja (al nivel de la plaza) con la primera planta del edificio y con el atrio de la iglesia.

La sala que está a nivel de la plaza Iñigo Arista (La Placeta) se ideó como sala de recepción de los visitantes que podrían subir por medio del ascensor a la siguiente planta donde continúa la exposición de paneles explicativos del monumento. Las salas resultan interesantísimas de contemplar y los mencionados paneles explicativos permiten (debieran permitir) que el turista pueda (pudiera) obtener una información básica y suficiente de lo que es y fue nuestro conjunto monumental a través de la historia. Pero, y a pesar de que ya han transcurrido cuatro años de la finalización de las obras y de la instalación de la exposición que hemos comentado, nada funciona. Ni las salas de la exposición se abren y tampoco se puede acceder al ascensor. El turista llega a Uxue, quiere ver el santuario pero solo puede entrar al interior de la nave gótica y al paseo de ronda. Nadie le recibe. No hay nadie que explique el monumento y esas salas donde está la exposición también están cerradas. No pueden entrar hasta donde está la virgen y el corazón de Carlos II, no pueden ver el mural de pintura gótica y la sillería del coro, ni pueden subir a contemplar las impresionantes sobrebóvedas ni ver la puerta románica que hay en el torreón mayor ni de cerca los capiteles y arquivoltas románicas de los huecos de las campanas grandes… Tampoco pueden subir hasta lo más alto de los torreones. Y eso que todo está magníficamente preparado. Es lamentable. Si al menos el visitante tuviera acceso a esas salas y a esa exposición podría obtener información sobre nuestro monumento. Pero no es así. Sé que el Ayuntamiento de Ujué ha dado o está dando pasos para que la atención al turista sea correcta y pronto haya un servicio eficaz para poder visitar todo el conjunto monumental… ¡Ojalá que tales esfuerzos den fruto a la mayor brevedad posible!


 

Dad paso el euskera, con todos los derechos

euskara

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Juan Javier Iturralde Maisterra. Después  de los cuarenta años de la larga noche de persecución al euskara, nuestra lengua vernácula, y de una década de azarosa transición, épocas en las que se consiguió con mucho esfuerzo poner en marcha elementos de recuperación del euskara, como las primeras ikastolas, gau-eskolas, los movimientos reivindicativos para su normalización y prestigio, mediante su uso social en medios de comunicación, ámbitos laborales, universitarios…, pensamos que llegaría el momento de una Ley reparadora de las situaciones pasadas y al mismo tiempo que reconociera los derechos linguísticos a vivir en euskara de los euskaldunes,  y los de toda las personas  con respecto a esta lengua, esto es se  promocionara su enseñanza y uso en toda Navarra, y se promovieran  los medios adecuados  para ello.

 Ello así fue aprobado por el primer Parlamento Navarro tras el franquismo que aprobó la oficialidad del euskera en toda Navarra, como una de las bases a recoger en el Amejoramiento del Fuero. Sin embargo después de aquellas negociaciones en Madrid, de las que  no hay que olvidar sus circunstancias viciadas, se vino con un artículo que limitaba la oficialidad del euskera a zonas a delimitar  en una próxima Ley.

Posteriormente, y en contra de las promesas expresadas,   dicha Ley del euskera estableció una zonificación de derechos que es la única que existe entre todas las comunidades historicas  del Estado Español. Esto supuso una conculcación de  derechos y una división de la población en cuanto al acceso del aprendizaje del euskara y al derecho de uso en todo territorio de Navarra.

Contra dicha Ley hubo un amplio movimiento social y transversal  en toda Navarra de gente de diferentes ámbitos e ideologias, como lo había habido, y lo hay en el proceso por la recuperación y normalización del euskera y el reconocimiento de vivir y estudiar en euskera en toda nuestra comunidad y en todos los ámbitos de la misma.

Aparte de ello en los 25 años de los últimos gobiernos, se han ido cerrando las escasas grietas que la Ley del euskera aprobada en el 1986 posibilitaban para  conseguir  una mejora de la situación del euskera y de los derechos  de la población con respecto al idioma, llegando incluso a modificar decretos de Ley que consideraban  excesivos, por ejemplo en lo respectivo a la normalización y valoración del euskera en la Administración.

Como botones de muestra tenemos  la tortuosa historia de la concesión de la licencia de emisión para Euskal Herria Irratia, incumpliendo hasta los mandatos judiciales,  los obstáculos a la captación de Euskal Telebista o la negación de  derechos durantes décadas  a la demanda existente para  el aumento de escuelas infantiles en Euskara, o el incumplimiento de las recomendaciones europeas.

Por fin  en la primavera pasada  se consiguió el tan ansiado cambio de Gobierno, lo cual abría  nuevos horizontes en muchos temas,  despreciados por los anteriores gobernantes;  la realización de una política progresista en todos los ámbitos: sociales, educativos, y evidentemente también lingüísticos, porque  los derechos lingüísticos también son unos derechos que se deben respetar, especialmente a través de una  nueva Ley que establezca la Oficialidad del mismo en toda Navarra, evitando las discriminaciones y divisiones de derechos ciudadanos con respecto a la lengua, e implementado una planificación y promoción adecuada y progresiva según se vea conveniente, siempre desde una a visión inclusiva de toda la población de Navarra y no excluyente,  partiendo del reconocimiento de derechos y de la necesaria normalización del euskara en todos los ámbitos.

Desgraciadamente hemos visto que esta acción básica no se ha visto recogida en el acuerdo prográmatico de las fuerzas que apoyan este Gobierno, y que algunas de las actuaciones del Gobierno han sido confusas y que adolecían  de una falta  de determinación a la hora de llevarlas adelante, quizás excesivamente pendientes de las campañas euskarafóbicas de las fuerzas anteriormente en el poder.

Es por ello que las personas que durante tantos años se han esforzado por este cambio de Gobierno, que trajera una política progresista en lo social e inclusiva en lo cultural, no se pueden sentir defraudadas por políticas partidistas o clientelares de fuerzas que a la hora de acometer los cambios necesarios para el reconocimiento oficial del euskera, abriendo camino así a los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía,  releguen este tema y  utilicen argumentos que nos recuerdan a otros tiempos y a otros partidos y que ahondan en la marginación  del euskera,  no reconocen los derechos lingüísticos a vivir y estudiar  en euskera e impiden una mejor integración y convivencia entre los navarros, favoreciendo la política  y el discurso  impuesto durante tantos años.

Una vez más los euskaltzales tenemos que salir a la calle para  recordar que el cambio en política lingüística y el reconocimiento a los derechos lingüísticos está pendiente, exigir la asunción por las llamadas fuerzas del cambio  el reconocimiento oficial del Euskera y pedir y apoyar la toma de médidas  de consistencia en la  normalización del euskera por parte del Gobierno.

Este sabado, gente de diferentes sensibilidades y órigenes, nos volveremos a juntar para salir a la calle, a las 5,30 de la tarde desde los cines Golem, porque necesitamos que se abra camino, por fin,  al euskera, porque queremos vivir y estudiar en euskera.