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Los Rey una saga de futbolistas de izquierdas

Escudo Osasuna

Escudo Osasuna


Los hermanos francisco y vicente militaron en osasuna, uno como jugador y otro como masajista, antes de ser perseguidos

Vestuario Logroñés, Vicente Rey, padre e hijo, masajean a González, octubre 1955, mientras Sabino, Cans y Marañón esperan su turno. Fotos: Osasunaren Memoria

Vestuario Logroñés, Vicente Rey, padre e hijo, masajean a González, octubre 1955, mientras Sabino, Cans y Marañón esperan su turno.

 

Naturales de Urroz-Villa, Francisco y Vicente Rey Ciaurriz, hijos de Fermín y Petra, pasaron buena parte de sus vidas entre el fútbol, la militancia política, la Guerra Civil, el exilio, varios campos de concentración a ambos lados de la frontera y clandestinidad.

Paco, sastre de oficio afiliado al gremio de Sastres de la UGT y posteriormente al Partido Comunista, fue también futbolista de Osasuna (1930-1935). Vicente se formó como sanitario y obtuvo por oposición la primera plaza del Hospital de Navarra. Desempeñó labores de practicante-masajista en el Zaragoza (1926-27), en el Alavés (1928-29) y en Osasuna durante muchas temporadas, entre 1929 y 1960. El relevo lo tomó su hijo Vicente, que permaneció como masajista hasta el ascenso a Primera en 1980.

Durante el proceso judicial instruido entre otros contra ellos, un informe de la Falange señala sobre Vicente que ya antes del golpe de Estado era destacadísimo izquierdista y que siempre fue conceptuado como elemento peligrosísimo. Después del Golpe huyó a Francia desde Navarra. En la documentación figura también como militante de ANV.

La Guerra Civil
Cambio de bando, exilio y campos de concentración

Una vez estalla la guerra, ambos hermanos siguen procesos paralelos. El golpe les coge en zona sublevada. Paco se ve obligado a alistarse en el ejército insurrecto con la intención de poder pasar a campo republicano en cuanto le sea posible: Lo hace en Somosierra, en octubre de 1937, y Vicente, por su parte, logra huir a Francia por Alduides en febrero de 1938. Paco combate en el Batallón Alpino en el bando republicano, donde la mayoría de los combatientes son vascos. Tiene escrito que el 18 de julio de 1938 fue herido por los fachas que acababan de lanzar morterazos y, al rebotar en la gravilla, le hirió las piernas. Lo llevaron a un Hospital de Campaña.

Al caer Barcelona, en febrero del 39, ambos huyen a Francia. Paco, junto con otros muchos civiles tras una larga y penosa marcha, atraviesa la frontera por el pirineo gerundense y, a partir de entonces, pasará por distintos campos de concentración: Argelès-sur-Mer, Gurs, Saint -Médard-en-Jalles, cerca ya de Burdeos coincidiendo con la ocupación nazi, y finalmente en el año 41 en Aix-en-Provence, en la Francia de Vichy. Paco le contaba a su hijo que a las noches realizaban operaciones guerrilleras contra los nazis para regresar al campo durante el día.

La post-guerra
Nueva detención y consejo de guerra

Al año siguiente vuelven a atravesar la frontera, pero serán detenidos por la policía del nuevo Régimen enseguida. Paco será confinado a principios de año en el Campo de Concentración Unamuno de Madrid, pero finalmente será liberado, y Vicente pasará brevemente por la prisión provincial de Pamplona en noviembre de ese mismo año.

En julio de 1943 ambos se encuentran en libertad y disfrutan de los Sanfermines. Paco aparece en una fotografía conservada por la familia corriendo uno de los encierros en Mercaderes. Mientras tanto Jesús Monzón dirige desde Francia la reconstitución del Partido Comunista y envía documentación y publicaciones para ser distribuidas de forma clandestina. Un viajante de una fábrica de bacalao de Miranda de Ebro, Isidoro Gaitán, se presenta en una pequeña tienda de ultramarinos de la calle Descalzos, regentada por Teodora Serrano, Dora; el viajante era un contacto que venía de Zaragoza y traía documentación en una maleta que Dora se encargó de guardar. Pero, al caer el Comité Central del Partido Comunista en Madrid, la policía les sigue la pista y en agosto caen en la trampa de un agente llamado Trilita que se hacía pasar por antiguo camarada. Uno tras otro, los distintos cuadros territoriales comunistas fueron cayendo. En el de Pamplona estaban comprometidos Julia Bea, Martín y Miguel Gil Istúriz, otro del pueblo de Echauri apellidado Fernández, los hermanos Vicente y Francisco Rey Ciaurriz –practicante-masajista y exjugador de Osasuna respectivamente–, la propia Dora y su novio Fernando Gómez Urrutia. Vicente además era responsable de otro grupo nuevo en Tudela. Pasaron 20 días incomunicados en la tristemente célebre Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol en Madrid, aunque Dora reconoce que no les torturaron.

Vicente solía ir acompañado de una maleta de grandes dimensiones a todos los desplazamientos con Osasuna. En una ocasión, un jugador arrojó la maleta desde la vaca del autobús: Un par de calcetines y un cepillo de dientes era todo lo que contenía en su interior. La anécdota graciosa sobre la maleta acabaría en pesadilla para Vicente cuando en los informes policiales la señalaban como el medio de transporte de una multicopista clandestina; y los desplazamientos con el equipo, coartada perfecta para reuniones clandestinas.

El exosasunista Francisco Rey Ciaurriz, cuyo nombre aparecía en la documentación intervenida al Comité Central, fue condenado a 20 años de prisión. Al conocer la sentencia, su madre se desplazó a Madrid para hablar con un paisano de alto cargo en el Régimen, quien termina por interceder. Finalmente, el 19 de octubre de 1945 fue puesto en libertad y abandonó la Prisión Central de Alcalá de Henares. Se casa en 1947 y vuelve a su Urroz natal.

Regreso a Osasuna

Pasados los años, Vicente retoma su actividad como practicante-masajista en Osasuna y, en una entrevista posterior de Jokintxo Ilundain para Diario de Navarra, al preguntarle por qué no se decidió a ser jugador profesional, éste responde con ironía que a la vista de los contratos actuales quizá se lo hubiera planteado, pero que dejaba la práctica del fútbol a su hermano mayor, Domingo.

Vicente aparece en las fotografías casi siempre rodeado de jugadores: En las clásicas en formación de equipo, en las de calle, de paseo, etcétera. En una ocasión, en un viaje a Venezuela en 1958, Osasuna fue invitado para disputar un Torneo de prestigio. De regreso, el club fue multado por las autoridades españolas por no haber acudido a la embajada ni haber exhibido la bandera española. Hay una fotografía del equipo en la que aparecen sonrientes embarcando por primera vez en avión, Vicente con su maleta al lado. Sus nietos conservan como una reliquia un regalo que se trajo de aquel viaje. Un disco de los Coros Rusos, totalmente prohibido por el régimen franquista, en el que aparecen varias dedicatorias y firmas. Son los amigos exiliados en Venezuela.

Txomin Rey Ciaurriz era el segundo de los tres. Jugó en el Alavés en la temporada 1930-31, donde destacó como centrocampista y fichó por el Athletic Club de Madrid –actual Atlético–, donde fue titular hasta 1934. Posteriormente retorna al Alavés como entrenador tras la reanudación de la liga una vez terminada la guerra, hasta 1941.

Vicente fallece en marzo de 1981. En el obituario firmado por Echeverría en Diario de Navarra afirma que el masajista supone un capítulo en la historia del club, destaca el enorme cuidado con que trataba a los jugadores antes y después de los partidos, tanto en lo físico como en lo humano, estableciendo una relación casi familiar y consiguiendo que los jugadores lo quisieran y respetaran. Respecto a otro obituario realizado por Manolo González, su hijo Juan José Rey Zúñiga reivindica la memoria de su padre, matiza que su padre era practicante, título conseguido por oposición en primer puesto, y que ejerció como tal en Osasuna hasta la contratación de un médico por parte del club en la década de los 60 con gran reconocimiento por parte de jugadores y empleados, pero que el club jamás le dedicó homenaje alguno.

Diario de Noticias, 17/05/2020


Estanis Aranzadi: el impresor y futbolista de Osasuna conocido como ‘El príncipe de los vascos’

E. Aranzadi

E. Aranzadi


Estanis Aranzadi aparece como jugador de Osasuna durante cuatro temporadas (1927/1931) y al parecer su vinculación al club como socio continuó muchos años.

Así se referían a él en Pamplona según uno de los testimonios que declararon contra Aranzadi en el expediente militar abierto a instancia del Jefe Local Carlista de Esteríbar durante la guerra civil. Estanislao, que había jugado en Osasuna cuatro temporadas, se alistó en el bando golpista. Su familia vinculada con el nacionalismo vasco y propietario de una imprenta muy conocida en el mundo del Derecho, continuó manteniendo amistades entre los «perdedores» de la guerra toda su vida.

10.05.2020

Estanis, destacado en una alineación. Fotos: Osasunaren Memoria

Estanis, destacado en una alineación. Fotos: Osasunaren Memoria

Jugador de Osasuna

Un Estanis juvenil disputa el Torneo Osasuna con el Colegio Lekaroz y se enfrentan a Tudela en marzo de 1925. Como capitán, recibe el banderín del presidente Indabe. Marca uno de los goles. En 1927 juega con el Indarra, vestían de azul, destaca por su buen tiro a puerta, juega de delantero. Lo encontramos marcando a varios rivales, entre ellos al Real Unión. Ese año ficha por Osasuna. Marcará el primer gol en la inauguración del campo del Erri Berri de Olite y en diferentes partidos, como con el Arenas de Getxo. Comparte puesto en la delantera con tres hermanos, Goiburu y Urrizalqui. Más tarde, alterna como centrocampista. Desde 1927 a 1931 aparece en Osasuna. Una lesión de rodilla precipitó su retirada.

En 1956, Estanis solía corretear y se ejercitarse por el viejo San Juan mientras la plantilla del primer equipo, en Primera División, realizaba los entrenamientos. Su rodilla maltrecha le impedía realizar disparos a puerta como le hubiese gustado.

Otra faceta por la que era conocido de joven fue su trabajo en el grupo teatral Jostari. En la obra Pedro Mari, él era el protagonista. De ahí le podía venir ese mote de príncipe. Galán en el teatro y mozo de buen ver de buena familia nacionalista.

Estanislao, asesor jurídico del ejército e impresor

La figura de Estanis es difícil de entender en lo político por su ambigüedad. Aún siendo miembro del PNV, representa (dentro de Osasuna) a un amplio abanico de personas que sin tener, aparentemente, motivaciones políticas para adherirse a los golpistas, dadas las circunstancias, lo hacen; y aún así, no acabaría por ser trigo limpio para algunos sectores y las sospechas sobrevuelan sobre él. Por eso, las autoridades franquistas le abren un expediente. Llama la atención, de igual manera, el desarrollo empresarial de su negocio (Editorial Aranzadi) en plena dictadura, habrá quienes lo sitúen con el régimen. Sin embargo, conservó amistad que ya mantenía con ciertas personas abiertamente izquierdistas. En su empresa, los trabajadores le consideraban una persona justa (un buen patrón). Personas perseguidas por el régimen acudían a él en busca de ayuda.

Los Aranzadi, familia nacionalista

Miembro de una conocida familia navarra, su abuelo se llamaba Estanislao Aranzadi, como él, es miembro del NBB del PNV, destaca por su defensa de los Fueros y de las tradiciones del país y en especial de la lengua vasca. Su padre, Manuel, pertenece al PNV, fue diputado en Madrid y fundador de la editorial familiar. Forman parte de la línea del partido que se adhiere al golpe. Como decíamos, al estallar la guerra, Estanis, como muchos otros navarros, se unió al bando sublevado, formaba parte del aparato jurídico del ejército. Sobre las motivaciones de su decisión nada sabemos, lo cierto es que muchas personas lo hicieron por miedo a las represalias o directamente por un cálculo de beneficios personales. Desconocemos las suyas. Aún así, la justicia militar (4/12/1937) abría un expediente informativo debido a una información remitida por el «Jefe Local Carlista del valle de Esteribar». La Falange, por su parte, señalaba: «Antes del Movimiento Nacional, estaba afiliado al PNV y al llegar el actual Movimiento salió voluntario al frente, siendo su conducta social, moral y religiosa buena».

La posición de los nacionalistas vascos ante el golpe

El PNV, como todos los partidos republicanos de izquierdas, quedó orgánicamente desarticulado desde la tarde noche del 18 de julio. Entonces, empezó a sufrir detenciones (Fortunato Aguirre en la tarde del día 18) y poco después vio asaltada su sede en la Calle Zapatería con la detención de José Aguerre (presidente del Napar Buru Batzar). No pudo dar una respuesta colectiva ante el golpe y sus militantes debieron acoplarse a la realidad navarra. La incomodidad fue total. Como escribió Fermin Irigarai: «Ez alde batean eta ez bertzean» (ni en un lado ni en otro). Pero forzados por la situación de la hegemonía del bando de Mola y adláteres, la mayor parte de quienes estaban en edad militar marcharon al frente con los sublevados.

Antontxu Zabalza jugaba en Osasuna, entrenaba con el equipo mientras Estanis hacía sus ejercicios. Le saludaba porque era amigo de su padre. «Era la simpatía personificada» señala Antontxu. Su novia, Mirentxu, hija de Fortunato Aguirre, al que no pudo conocer. Lo fusilaron cuando ella aún estaba en el vientre de su madre. Fortunato era uno de los fundadores del club y compañero de Estanis en el Buru Batzar, además de alcalde de Estella. El padre de Antontxu, por su parte, también nacionalista, consiguió evitar problemas por la protección de su cuñado que era militar con alto rango. Los tres podrían representar algunas diferentes consecuencias sufridas dentro del nacionalismo vasco en Navarra.

1937, Expediente militar

Su abogado Ignacio Usechi añadía «se hallaba en absoluto disconforme con la actuación del PNV desde poco después del advenimiento de la República». Sin embargo, Mercedes Zuazola, a la que republicanos le asesinaron su marido en Bilbao en 1937, describe al editor pamplonés como persona «de altas tendencias separatistas, no considerándole digno de que se encuentre desempeñando cargo alguno de Justicia». Un guardia civil de Pamplona que participó en la conducción «de varios detenidos por los sucesos ocurridos en Eibar en octubre de 1934», recordaba al juez su papel como abogado de los mismos y que, ejerciendo esa defensa, profirió frases «injuriosas contra el instituto de la Guardia Civil». Un empresario de Pamplona declaraba: «Uno de los más destacados nacionalistas de esta provincia; concurría a cuantos actos se celebraron en pro del separatismo, siendo conocido por El Príncipe del Nacionalismo». Y, finalmente, un comerciante, lo recordaba: «Era de los más destacadísimos nacionalistas de la provincia. Durante los últimos dos años acudía a los mítines de izquierdas y era de los pocos amigos que no había retirado su amistad al jefe del Partido Comunista, don Jesús Monzón Repáraz. Se le conocía en Pamplona con el nombre de Príncipe de los Vascos».

El juez instructor redactaba un auto que concluía con la siguiente frase: «Don Estanislao de Aranzadi y sus familiares han sido los principales nacionalistas vascos, contribuyendo a fomentar el separatismo y, como es consiguiente, odiando a cuanto representase a nuestra Gloriosa y amada España; (…) don Estanislao y toda su familia es tan conocido en Navarra por su marcadísima ideología política nacionalista vasca que no cree haya un solo habitante que no le conozca con todo detalle».

El 8 de marzo de 1938, Estanislao era apartado de su puesto en el juzgado militar de Bilbao y repuesto en el mismo el 29 de julio de 1938 al comprobar que las acusaciones sobre insultos a la Guardia Civil eran falsas. El 11 de agosto del mismo año, Estanislao redactaba una extensa carta que al juez: «(€) He demostrado que estoy siendo víctima de una verdadera persecución por parte de unos antiguos amigos (€) No tuvieron decisión para empuñar el fusil a pesar de su edad juvenil y espléndida salud, y no pudieron tampoco soportar que yo desde el primer día del Movimiento saliese como voluntario un año antes de que me resultara obligatorio y con un certificado de inutilidad total por mi escasez de vista, y que me portara durante once meses consecutivos en primera línea de fuego (…)». Por otra parte, varios militares dieron su testimonio favorable a Estanislao, afirmando que su conducta en el frente había sido ejemplar.

Sin embargo, una vez superadas estas prevenciones hacia él por su pasado nacionalista, se valió de su puesto y de sus buenas relaciones con Garicano Goñi para lograr tanto rebajas de condenas, indultos, así como ayudas a presos. En una línea similar a la suya, aparecen muchos otros osasunistas de reconocidas simpatías nacionalistas: Martín Goñi, Francisco Altadill, Nestor Aldave, Catachú, Bienzobas, Vergara…

Mientras elaboramos este trabajo, investigamos la historia de Osasuna y descubrimos casualmente diferentes detalles de la misma. Por ejemplo, Cándido Zabalza, padre de Antontxu, uno de los fundadores de la Federación Navarra de Fútbol, fue presidente de Osasuna por dimisión de Natalio Cayuela, el 18/6/1932 según recoge Diario de Navarra. El club nunca ha recogido este nombramiento. Antontxu tampoco lo sabía.

En los años de post guerra, Cándido, Estanis, junto a otros amigos nacionalistas, se reunían semanalmente en el Bar Bearin para tomar café y hablar de sus cosas. A pesar de la falta de libertades impuestas por la dictadura, las cuestiones personales, políticas y de todo tipo se sucedían; al igual que, las anécdotas y recuerdos sobre el club, a veces, espontáneamente y en otras ocasiones para disimular.

Su amigo Vicente Cuartero

Buena muestra del carácter y personalidad de Estanis lo hallamos en el testimonio de Vicente Cuartero, conserje del campo de San Juan (1928-1965), quien fue detenido al estallar el golpe y que gracias a Muruzabal (un militar que estaba en la junta directiva) afirma que lo puede contar. Su delito era no haberse alistado voluntario. Después de la guerra, volvería a ser detenido por pertenecer a organización ilegal y procesado durante 12 años. Respecto a sus amistades en Osasuna, Vicente señala: «Entre los de mi mayor consideración cuento a Emilio Urdiroz, Vicente Rey, Julián Vergara, Estanis Aranzadi, éste situado en otra esfera social, pero que siempre me ha distinguido. Actitud ésta, a la que estoy doblemente agradecido». Más adelante, con motivo de una cena-homenaje por su jubilación que le ofrecieron jugadores más veteranos que él recuerda lo siguiente: (…) «Hizo uso de la palabra para dedicarme al homenaje y al mismo tiempo hacer un poco de historia de nuestro entrañable Osasuna, con la facilidad que su alto grado de cultura le permite, dedicando un (para mí) emocionado recuerdo en sus acertadas palabras a mi queridísima esposa Jerónima, cosa que nadie esperaba pero que todos aplaudieron con verdadero calor». Este fue Estanislao de Aranzadi.

Diario de Noticias, 10/05/2020