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Se publica un diccionario biográfico sobre los 6.000 presos del fuerte de Ezkaba

Viisita a Ezkaba

La autora, nieta de un represaliado en San Cristóbal, ha recabado datos desde 2008

La librería Katakrak, ubicada en la calle Mayor del Casco Viejo de Pamplona, acogió ayer la presentación del libro titulado Entre rejas: Diccionario biográfico del Fuerte de San Cristóbal/Ezkaba. La autora, Hedy Herrero Hernán, es nieta de Teodoro Hernán Aguado, el preso nº 760 del Fuerte de San Cristóbal. Este fuerte fue una prisión entre 1934 y 1945 y escenario de una de las mayores fugas de la historia, cuando 1.938 reclusos protagonizaron una escapada fallida en 1938.

Hedy Herrero sujeta un tomo de ‘Entre rejas’, ayer en la librería Katakrak .

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Ayer, Hernán explicó que empezó a buscar y cotejar los datos movida por la curiosidad de la historia de su abuelo, pero también gracias al listado de Félix Sierra, quien ya había publicado las identidades de 4.901 presos del Fuerte. En esta obra, ella ha añadido 1.017 identidades más, así como una pequeña biografía de casi todos los presos que pasaron por Ezkaba, ya que contó, todavía quedan unos cientos sin identificar.

La investigadora relató cómo en San Cristóbal las condiciones de vida de los condenados eran extremas, y cómo a partir de julio de 1936 empezaron a entrar en el Fuerte los represaliados en la Guerra Civil, siendo antes los presos comunes los que iban para allí. Asimismo, explicó que muchos de ellos fueron presos gubernativos, que no tuvieron un juicio previo, y que la mayoría de este tipo de presos fueron navarros. «Estos presos gubenativos recibían la libertad, y así constaba en la documentación oficial, sin embargo nada más liberarlos les fusilaban».

Entre otras curiosidades, la autora destacó que muchos de los represaliados fueron familiares de personalidades públicas. Entre ellos se encontraba el tío gallego de los actores americanos Martin y Charlie Sheen, llamado Matías Estévez, quien se exilió a Argentina después de conseguir la libertad. Otros actores con familiares represaliados en Ezkaba, en este caso sus abuelos, fueron Pepe Viyuela y Miriam Díaz Aroca y también los políticos Tania Sánchez y Willy Meyer. A la mayoría de ellos, explicó Hernán, se les culpó de rebelión militar.

Por último, destacó que para la obra se han creado fotomontajes, para que el público pueda ver fotos antiguas de los reclusos, junto con fotos del fuerte en la actualidad.

Diario de Noticias, 30.12.2020


El Archivo de Navarra exhibe el texto más extenso escrito en euskera durante la Edad Media viernes

Juan Rena

Juan Rena


Se trata de una carta firmada en 1416, por Machín de Zalba, oficial real de Carlos III el Noble, que se puede contemplar gratuitamente durante el mes de abril.

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Imagen de las misivas que se intercambiaron Martín de San Martín y Machín de Zalba. (ampliar imagen )

Cuatro líneas que finalizan con esta despedida: “Et alegraçaytec ongui. Çure guçia” (y alegraos bien. Todo vuestro) convierten la carta escrita en 1416 por Machín de Zalba, un oficial real de Carlos III el Noble, en un documento de gran valor, por tratarse del texto de mayor extensión escrito en euskera en época medieval del que se tiene constancia hasta la fecha.

La brevedad de su extensión no resta un ápice de importancia y singularidad al documento, que refleja cómo parte de la población navarra se expresaba oralmente en euskera, aunque no será hasta más de un siglo después cuando esta lengua llegue a la documentación y a la expresión literaria.

La carta fue descubierta y dada a conocer en 1969 por Florencio Idoate, por entonces director del Archivo de Navarra, quien la halló intercalada en uno de los registros de cuentas de la Cámara de Comptos. Desde ese momento, el texto estuvo expuesto durante años de manera permanente en la cámara acorazada de la antigua sede de la institución, y en 2014 volvió a mostrarse en la exposición conmemorativa que celebró el Archivo Real y General de Navarra con motivo del décimo aniversario de su reapertura.

Con motivo del 600 aniversario de su redacción, el Archivo Real y General de Navarra dedica a “La carta en euskera de Machín de Zalba (1416)” su microexposición de abril. La muestra, de acceso libre y gratuito, permanecerá abierta durante todo el mes, en la galería baja del Archivo. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 8:30 h. a 14:30 h. y de 17:00 h. a 19:00 h. y los fines de semana y festivos de 11:00 h. a 14:00 h.

Las cartas entre Martín de San Martín y Machín de Zalba

El documento expuesto desde hoy contiene en realidad dos breves cartas, escritas ambas en el mismo soporte, que se cruzaron dos personajes llamados Martín de San Martín y Machín de Zalba. A pesar de que las cartas no están fechadas, gracias a la rica documentación del fondo documental de la Cámara de Comptos, se puede confirmar que ambos eran oficiales reales de la alta administración al servicio del rey Carlos III el Noble, y que es muy posible que las cartas fueran redactadas en 1416.

La primera carta está redactada en romance navarro, lengua usual en la administración real navarra de la época, pero también contiene un saludo de despedida en euskera: jaunatiçula egun hon (que Dios te dé buen día). En esta carta, Martín de San Martín solicitaba a Machín de Zalba que le señalase por escrito a cuánto ascendía una rebaja fiscal que los habitantes de San Juan de Pie de Puerto habían obtenido del rey. Curiosamente, aprovechaba el final de la carta para introducir un tema privado y le pedía a Machín de Zalba confirmación sobre su asistencia a una cena a la que ambos, al parecer, estaban invitados.

En su respuesta, Machín de Zalba, que por entonces ostentaba el cargo de recibidor de las finanzas de los cofres del rey, le contestaba en romance navarro al asunto de la cena comunicándole que no podría asistir porque tenía huéspedes en casa a los que atender; y acto seguido pasaba a utilizar el euskera para dar cumplida contestación a la consulta sobre la rebaja fiscal de los vecinos de San Juan de Pie de Puerto.

La singularidad del documento

Como es bien sabido, durante toda su historia, la administración navarra se expresó primero en latín y en romance navarro, y más tarde en castellano. Los miles de testimonios documentales que se conservan en el Archivo de Navarra –más de 25 kilómetros lineales- así lo atestiguan. Sin embargo, esta realidad escrita no debe ocultar otra, la de la tradición oral, que revela cómo parte de la población se expresaba únicamente en euskera, lengua que no llegó ni a la documentación ni a la expresión literaria hasta mucho tiempo más tarde.

Existen otras peculiaridades que hacen excepcional a este texto, como el hecho de constituir una pequeña muestra de correspondencia de tipo privado, una tipología cuyos ejemplos conservados de época medieval tampoco son abundantes. También resulta curioso que ambas cartas figuren en el mismo soporte, una pequeña hoja de papel, y que precisamente su contenido administrativo fuera lo que terminó por garantizar su conservación a perpetuidad en el archivo de la Cámara de Comptos.

No obstante, no se trata del único testimonio redactado en euskera de todos cuantos han pervivido en los archivos. Siendo como es el euskera una lengua que no gozó de tradición escrita generalizada hasta época posterior, los escasos ejemplos conservados de textos escritos en dicha lengua de época medieval suelen reducirse a unas pocas palabras. Tal es el caso, por ejemplo, de otro de los documentos expuesto en la microexposición, como es la anotación “euskérica eric vere gogoan” que figura al dorso de uno de los folios de las cuentas del año 1294 que el baile de San Juan de Pie de Puerto presentó a la administración real. Un documento que, conservado también en el Archivo de Navarra, sirve para contextualizar y valorar en sus justos términos la importancia de que el párrafo en euskera de la carta de Machín de Zalba haya llegado a nuestros días.