Entrevistas / Elkarrizketak

Pello Guerra: En 1560, los navarros tienen muy claro que eso de respetar los fueros es un cuento chino…

pello_guerra

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Pello Guerra Viscarret es periodista de profesión -su dilatada carrera está unida a Egin, Gara y sobre todo el dominical Zazpika- y escritor de novela histórica por pasión. Aunque, a estas alturas, y con sus novelas convertidas una y otra vez en las más vendidas, podríamos ya apostillar que ha pasado a ser escritor a secas, da igual en qué medio publique. Con «El libro de la Navarra perdida» ha mezclado el género histórico con la novela negra y parece que supondrá el definitivo nacimiento de una saga protagonizada por el bastardo Juan de Jaso.

¿Cuánto tiempo ha tardado en «cocinarlo»?

Ha sido un poco más largo que los anteriores, porque este tipo de novelas requiere de una documentación más amplia. Ha sido cosa de unos tres años. Yo tenía una historia inicial, pero a partir de ahí tienes que ver hasta qué punto da para escribir una novela y, luego, a base de leer más libros relacionados con esa idea inicial, vas viendo más acontecimientos relacionados con la historia real que encajan con el período que abarca la novela, que son dos años.

Son los años posteriores a la caída del reino de Nafarroa. Curiosamente, coincide en la misma etapa histórica con el cierre de la trilogía de Aingeru Epaltza («Gure Jerusalem galdua», de «Erresuma eta Fedea», Elkar).

Es la misma época. Si en «Requiem por Navarra» me centraba más en los acontecimientos propios de la conquista hasta 1524, lo que hecho es trasladarme 50 años. Me he ido a los años 1559-60 porque vi que en esa época hay una resistencia ante la invasión. Es curioso, porque parece que se rinden los últimos navarros en Hondarribia y ya no hubo más resistencia, pero lo cierto es que a partir de 1524 empezó lo que yo llamo la «Guerra Fría por Navarra». Porque se trata de intentar recuperar la parte del territorio que se ha perdido en 1512, pero, como militarmente eso no es posible, se buscan otras fórmulas, como misiones diplomáticas al más alto nivel y luego alimentando una resistencia incluso en el interior del reino que está invadido. Eso se fomenta desde la Navarra que está independiente al norte de los Pirineos, pero evidentemente porque hay un eco en la población que está en la alta Navarra, en esa parte que está ocupada.

¿En aquella época el reino era ya solo la Navarra de ultrapuertos?

El reino eran diferentes territorios. Cuando se casan Juan III de Albret y Catalina de Foix se van a fusionar un montón de territorios, que es lo que queda de Navarra a comienzos del XVI más territorios que pertenecían a los Albret, que forman parte de la misma corona. Esa Navarra independiente lo que conserva de la histórica es la Navarra de ultrapuertos, pero es la misma dinastía y por eso se sigue conociendo como reino de Navarra. En realidad, esos territorios ya formaban parte de Navarra antes de la conquista. Es la que sigue independiente y es donde se ambienta la historia, aunque también los protagonistas se van a trasladar a la Navarra invadida.

En uno de los capítulos los protagonistas acompañan a Isabel de Valois, una de las esposas de Felipe II, quien llegó a mediados de enero de 1560 en el recorrido que estaba haciendo desde París para reunirse con su nuevo esposo. Me permite comentar cómo era esa Iruñea de 1560, en donde hay esa resistencia, donde los españoles aprueban una serie de normas, donde, por ejemplo era obligatorio recibir a la reina y el que no iba era perseguido; de hecho hubo dos personas a las que se les condenó por no haber asistido a esos recibimientos a Isabel de Valois.

Se habla mucho de un cambio de dinastía, que se respetaron los fueros… pues, en 1560, los navarros tienen muy claro que eso de respetar los fueros es un cuento chino y que, en realidad, se están aprobando una serie de normativas que lo que están haciendo es que los fueros se conviertan en papel mojado. Se da una apariencia de continuidad en esa legislación que siempre ha tenido el reino de Navarra pero que es falsa, porque en las Cortes están quejándose una y otra vez precisamente de que no se cumplen los fueros. Ese ambiente de esa época es lo que intento recoger y, al mismo tiempo, esa circunstancia explica cómo agramonteses y beamonteses, quienes habían estado un poco en el origen de esa división de Navarra por su debilidad durante la conquista, se dan cuenta de que los españoles han llegado para quedarse y hacer lo que quieran. De repente se dan una serie de alianzas impensables en otros tiempos.

Dicen que cuesta más comprobar el material histórico que escribir.

Es así, es la parte más costosa: dar con la información, confirmarla; de hecho, eso es lo más complejo sin ninguna duda.

¿Alguna joyita?

Algo especialmente diferente no, pero sí datos que eran conocidos pero no por el público en general. Lo interesante de la novela histórica es que permite acercar a la gente acontecimientos que, en realidad, se conocen pero que no han llegado al gran público. Ahondando en la trama de la novela, el eje fundamental es que en 1557, dentro de esa operación que están llevando los ocupantes de borrado de la memoria histórica del reino de Navarra, va a desaparecer el Libro de Armerías del reino de Navarra, que era una especie de registro de la nobleza. Las Cortes, al enterarse, y esto sí es real, lo van a reclamar constantemente y se les dan excusas: ‘que al funcionario que se lo ha llevado le gustaban mucho esas cosas’, `que Carlos V quería consultarlo, pero que lo devolverá’… el caso es que el libro no aparece nunca y, ante la insistencia de la Corte, se les llega a decir que ha desaparecido en el naufragio de un barco que va a Cuba. Las autoridades no tragan, pero se les dice que que esto es lo que hay.

Suena muy actual

¿Por qué hacen desaparecer el Libro de Armería? Tiene un objetivo muy claro: quien quería estar en él tenía que ser noble y acreditarlo. El empezar de cero supone que todos los nobles tengar que ir a las nuevas autoridades. Evidentemente, aquellos que se han venido resistiendo durante todos estos años, que al principio estaban en el libro, desaparecen.

Es un sistema de control

Eso es: es suprimir del libro a quiénes se han resistido e incluir a aquellos que se han ennoblecido colaborando con la conquista. Es una criba. Entonces ese libro ha desaparecido y yo lo que hago, esto ya forma parte de la ficción, es que los partidarios de Juana d’Albret, que es la que reina en la Navarra independiente, se ponen en contacto con ella para pedirle que lo localice. En vista de que los españoles no tienen ninguna pinta de devolverlo, de lo que se trata es que alguien de confianza de la reina lo localice. Y ahí es donde aparece el capitán Juan de Jaso. Entonces arranca una trama que tiene un cierto puntillo de novela negra Se llama así porque es bastardo de un primo de san Francisco de Javier. Me viene bien para contar las peripecias de la familia Jaso, que curiosamente ahora es el icono de esa derecha navarro-española, pero obviando que la mayor parte de la familia de los Jaso en realidad era de los que más se habían resistido a la conquista de Navarra.

Gara, 08/12/2013

Tomás Urzainki: «La conquista continúa con la limitación de los derechos civiles, sociales, económicos, culturales y políticos»

tomás urzainki

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¿La imputación a Navarra del falso estigma de la ilegitimidad, utilizado desde el ámbito eclesiástico, sirvió como preparación de las posteriores conquistas de la misma?

Lo que hoy llamaríamos preparación de la opinión pública, fue ampliamente utilizada para poder realizar después las invasiones militares sobre Navarra. Hubo varias principales campañas de intoxicación ideológica. El bulo de la ilegitimidad de los vascones, de origen isidoriano y visigótico, retomado por el recién nacido reino de Castilla a mitades del siglo XI. Las calumnias introducidas en el texto del Codex Calixtinus contra los navarros o vascones en la segunda mitad del siglo XII, que buscan extender un juicio de indignidad, ignominia, como inferiores, innobles y no verdaderos, en resumen no civilizados, al objeto de preparar el terreno para las conquistas a realizar por Alfonso VIII de Castilla contra los territorios navarros de la actual Rioja, la Navarra marítima y la Vasconia continental. Y el anatema lanzado por el Concilio de Letrán contra navarros y vascones acusados de herejía es un paso más en la misma dirección y por último la excomunión del rey de Navarra Sancho VII.

En el libro se habla de la influencia religiosa o conspiración teocrática de la jerarquía eclesiástica, ¿sin ellas no hubieran sido posibles las conquistas?

Las conquistas tienen su origen en la conspiración teocrática de la jerarquía eclesiástica y de la Santa Sede, que fue seguida de la ensoñación radicalmente irracional de querer imponer la monarquía castellana y luego católica universal española. No se le había dado la importancia que tiene a la presencia constatada de la Iglesia en todas y cada una de las sucesivas conquistas, hasta el punto de que sin su participación no hubieran sido posibles. A los conquistadores de Navarra les resultó indispensable la utilización para sus fines de la descomunal influencia del poder teocrático, y ello fue así hasta tal punto que, sin disponer del aparato persuasivo de la Iglesia católica, queda definitivamente claro que las conquistas, su preparación, mantenimiento y continuidad, no hubieran sido posibles. Los juicios de ilegitimidad, además de ser incongruentes con sus principios religiosos, son así mismo contrarios a la igualdad de los seres humanos, son calumnias racistas y etnocidas. Por otro lado los anatemas y excomuniones políticas, fueron radicalmente nulas, sobre todo a partir de la Reforma europea del XVI.

¿Por qué califica de irracional la conquista, teniendo en cuenta la superioridad militar de Castilla y de España con respecto a Navarra?

La supuesta superioridad de Castilla se basa en la invención de un origen, que a la vez que le sirve para justificar su existencia como reino, le facilita una coartada para sus planes expansionistas. Así, de un lado alegan el monopolio político peninsular y confunden a Castilla con la Hispania geográfica romana y con el imperio visigodo de Toledo, una supuesta superioridad nacional que derivó en la agresiva creación de la monarquía católica universal española. A talibanes siempre nos ganarán, con su pretensión. La irracionalidad es consecuencia de que la continuada conquista choca permanentemente con las reglas de funcionamiento de una sociedad democrática, sin justificación admisible para ello.

¿Qué influencia tuvieron las sucesivas conquistas en el fraccionamiento actual del territorio y cómo estando tan clara la unidad política no se ha tenido en cuenta esta, llegando por el contrario a inventar proyectos que no tienen en cuenta las consecuencias particionistas de las conquistas?

Son seis fases las de la partición de Navarra. La primera es el distanciamiento de la Vasconia continental a mitades del siglo XI. El segundo, las conquistas iniciadas en el último tercio del siglo XI sobre el extremo occidental y la margen derecha del Ebro (Rioja). El tercero, la separación teocrática de Aragón y Navarra, en el segundo tercio del siglo XII. El cuarto, la conquista de la Navarra marítima al inicio del siglo XIII sin que pudieran tomar Bayona y Burdeos, tras los asedios de Bitoria y San Sebastián, sin el apoyo de los naturales ni de la nobleza local. El quinto, la conquista de la Alta Navarra arrebatada con la excusa de la invasión hispano inglesa de la Vasconia continental y de la excomunión por la Santa Sede de los reyes de Navarra. El sexto, la toma militar en 1620 por Luis XIII de la Navarra norpirenaica. Por todo esto, las actuales divisiones provinciales, autonómicas y estatales son exclusivamente fruto de las conquistas realizadas sobre el suelo navarro.

A pesar de que la conquista de Navarra se inició hace quinientos años, hace referencia a la continuidad de las conquistas, ¿por qué?

La continuidad de la conquista constituye hoy el condicionante que más influye en el conjunto de la sociedad navarra, e individualmente en cada uno de sus miembros, imponiendo la férrea limitación de los derechos civiles, sociales, económicos, culturales y políticos.

En el libro afirma que el Gobierno de UPN es el actual conquistador de la Navarra real, ¿por qué?

La actual situación que padece Navarra de sociedad conquistada es incompatible con la democracia. Estamos inmersos en un conflicto de derechos, los de los conquistadores y los de los conquistados-subordinados, más que en un conflicto de identidades. La verdadera sinrazón de la exclusión, de la mayoría de la sociedad navarra del círculo de poder que actualmente gobierna, se debe a su condición de sociedad conquistada. Este poder monopolizado necesita la excusa inventada de que ellos son los únicos detentadores y defensores de las autoproclamadas esencias colectivas de su Navarra irreal, para lo que se basan en tópicos y en afirmaciones no probadas, muy beligerantes y excluyentes de la verdadera sociedad dominada.

Diario de Noticias, 03/05/2012.