Alumnos del euskaltegi de Lodosa reclaman las ayudas al euskera

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Los alumnos del euskaltegi de AEK de Lodosa salieron este miércoles a la calle y posaron junto a la sede con la boca tapada para reivindicar y reclamar las ayudas económicas prometidas por el Ejecutivo foral para aprender euskera. «Con este gesto queremos simular que el Gobierno de Navarra nos tapa la boca, no nos deja hablar en euskera», puntualizaba Maite Pellejero, encargada del euskaltegi, el único de la Ribera Alta.

A pesar de que Lodosa se encuentra situado en una zona catalogada como no vascófona, lo cierto es que son muchas las personas interesadas en hablar esta lengua. Por este motivo, Pellejero insistía en que «con esta actitud, el Gobierno está ahogando está zona. Hay muchas personas que quieren aprender pero no tienen posibilidades económicas, sobre todo en esta época. Es la lengua de Navarra y todos tenemos derecho a aprenderla».

En este sentido, Maite recalcaba que aún no han recibido las ayudas de 2013 y que este año no existe ni tan siquiera una partida económica. «Con la excusa de que no hay dinero están cargándose el euskera e impiden que la gente lo aprenda». Por eso, insistía Pellejero, «el 22 iremos a manifestarnos a Iruña».

balance positivo Este euskaltegi, situado en la avenida Diputación Foral, se trasladó desde San Adrián y abrió sus puertas a finales de septiembre. Desde entonces, tal y como reconocía Maite Pellejero, «el número de alumnos es bueno». Unos 25 vecinos de la zona, divididos en dos niveles diferentes, se han animado a apuntarse este año a euskera.

Además, el Ayuntamiento y el IES Pablo Sarasate firmaron un convenio para impulsar los idiomas y las clases se imparten en las aulas del instituto por las tardes.

Pellejero, vecina de Sartaguda, informaba de que ahora el objetivo es «que los alumnos practiquen y dialoguen entre ellos e incluso con otros vecinos que no están apuntados al euskaltegi pero que saben euskera y quieren hablarlo». Por eso están pensado en la posibilidad de juntarse los viernes por las tardes y, tal y como reconocía Maite, «dar una vuelta por los bares para interactuar entre nosotros en un ambiente más distendido y relajado».

Diario de Noticias, 09/03/2014