Archivo del mes: septiembre 2021

Un lote para cada casa

Miliario romano en Setuain

Una costumbre aún vigente en Baztan es la de conceder leña de los bosques del comunal para el consumo de hogares.

El de El de septiembre, después de la primavera y el verano, del brote verde y la época de crecimiento, es el primer mes en el que se permitía (y permite) el corte de leña que en muchos pueblos de Navarra se conceden para consumo de hogares. Al final de la canícula, este año entre los días 2 y 3, en el País del Bidasoa, en este caso en el Valle de Baztan, los aprovechamientos que se remontan al menos al siglo XIX (en las Ordenanzas de 1832, nada se dice al respecto) se adjudican por fuegos, las cortas desde San Gil (el 1º de septiembre, como el helecho) en plazo de seis meses y en nueve meses la extracción de la leña, con buen cuidado siempre de causar al bosque el menor daño posible.

La Junta General se encarga de estas concesiones, para atender las necesidades vecinales de leña de hogares, igual que para la fábrica de aperos de labranza y otros menesteres. Los acuerdos de concesión se notifican al Servicio de Montes foral en los meses de junio y julio, y las condiciones eran (y son) muy estrictas y con severas sanciones en caso de incumplimiento.

Los usos y costumbres han cambiado mucho, con eso que dicen la civilización, esclavos ahora del gas y la electricidad que las atracadoras nos han puesto a doblón, contra aquellas que se decían económicas, de recuerdo doméstico y entrañable. Las Ordenanzas, Cotos y Paramentos, vigentes (¿?), dicen que los aprovechamientos «se adjudicarán por fuegos (hogar, familia) marcándose un lote o suerte de leña a cada hogar si se realizan en hayedos y de forma colectiva cuando se señalen en jarales».

El lote lo hacía cada uno, con ayuda de los vecinos más allegados y de confianza, a los que según costumbre en Baztan se pagaba con alegría para sus estómagos, igual que ahora con mucha probabilidad. Y la legislación era tajante con que se tuviera un «sumo cuidado» para que el lote adjudicado se destinara necesariamente al objeto y fines de la concesión, no permitiendo se traspasen o enajenen a un tercero.

Negocio, según
Hacer negocio con el comunal, que es de todos, no se ha permitido ni antes ni ahora, aunque para vergüenza ajena quedan en el recuerdo malas prácticas que se soportaban «por imperativo militar». En los años cincuenta altos cargos militares de los asentados en Baztan se lucraban de forma arbitraria y descarada, con el patrimonio ajeno, ordenando a soldados a su mando en robledales del paraje de Meaka, en Irurita, donde existió un batallón de castigo, que cortaran leña que vendían a su libre albedrío y se sacaban un sobresueldo.

En camiones del ejército llevaban los troncos a la puerta de casa y, encima, te alquilaban media docena de chortas para que la cortarán y apilaran convenientemente en el lugar indicado. Para aquellos pobres soldados, ejercer de «leñeros» hay que reconocer que, como significaba estar todo el día lejos del mando, suponía una liberación, ya que el comprador les daba de comer y al final de la tarea les soltaba veinte o treinta duros con lo que se iban felices y contentos. ¡Y a ver quién era el guapo que lo denunciaba!

Ayer y hoy
En la actualidad la costumbre sigue vigente, de igual forma que en Bera y en Etxalar, por ejemplo, en un principio la Junta General de Baztan encarga a su Servicio de Montes que en colaboración con el del Gobierno de Navarra señale donde más convenga el arbolado a cortar para obtener «72.000 cargas de leña» (así suele hacerse constar en el acuerdo), que suponen doce metros cúbicos por adjudicatario. Y para la corta y extracción ahora se dan dos opciones, la de hacerlo por sí mismo o la de encomendar la faena a una empresa que se ocupa de todo. Esta última se decidió por el Ayuntamiento en años recientes y goza de una cierta aceptación.

En esta campaña han solicitado lotes de leña 145 vecinos, de los que una curta parte se han decidido por la segunda de las opciones. otros Además de leña para el consumo de hogares, la Junta General de Baztan concedía otros aprovechamientos derivados del arbolado, como materiales para fabricar los llamados metaziri (para el eje central de metas de helecho) y otros más ligeros para varear castaños o manzanos. También se otorgaban para leraferrak, unas guías parecidas a los esquíes sobre las que se desplazaba la lera, una especie de carro sin ruedas muy primario pero muy práctico para circular por caminos intransitables. Pero lo de estos últimos casos ya es pura arqueología.

Lander Santamaria


 

Larunblai! Un proyecto para crecer en Euskera

Euskaraz bizi nahi dut

Nafarroako Topagunea organiza los sábados por la tarde talleres de ocio en euskera para escolares de 8 a 12 años. El reto es que vean esta lengua como una herramienta para divertirse y relacionarse. La inscripción finaliza el 30 de septiembre.

Poner su granito de arena para conseguir que los niños y niñas vean el euskera como una herramienta para relacionarse, crear grupo y divertirse. Este es el principal objetivo del programa Larunblai!, que lidera Nafarroako Topagunea, en colaboración con entidades locales, y que este año se desarrollará en Larraun, Berriozar, Ansoáin, Burlada, Mutilva (Aranguren) y Sarriguren (Valle de Egüés). Dirigido al alumnado de 3º a 6º de Primaria (8-12 años), los grupos se reúne, con carácter general, y realizan distintas actividades de tiempo libre y talleres. Las familias interesadas pueden inscribirse hasta el 30 de septiembre a través de los servicios de euskera de los ayuntamientos organizadores o en www.topagunea.eus/larunblai y el precio ronda los 60 euros anuales.

Niños y niñas en un taller de teatro el pasado curso.

Este proyecto, que nació hace casi dos décadas, pretende incidir, tal y como explica su responsable Ander Barandiaran, «en los hábitos lingüísticos de menores y adolescentes desde el ocio y con la ayuda de un grupo de educadores formados para ello». Y es que, debido a la situación lingüística que se vive en la Comunidad Foral, la mayoría de los niños y niñas, y jóvenes, han relacionado el euskera al ámbito académico. «Esto ha provocado que el uso de la lengua se haya limitado a este espacio y que, en otros planos de la vida, en el ocio, entre amigos y amigas, se haya convertido el castellano en el idioma central, en buena parte por el hecho de tratar de alejarse del ámbito académico», asegura Barandiaran.

Además de esta asociación con la escuela o el instituto, la sociedad actual, prosigue este técnico de euskera, «no pone fácil el uso de nuestra lengua, ya que la información que recibimos a través de los medios de comunicación e internet en general es en castellano».

Con el objetivo de paliar esta situación, Nafarroako Topagunea puso en marcha Larunblai!, un proyecto consolidado que cada vez despierta más interés entre la sociedad navarra. «Relacionamos el tiempo libre con el bienestar, la diversión y el juego, y eso es lo que nos sirve de base para que, a través de juegos y dinámicas, el euskera pueda influir en los hábitos lingüísticos de las relaciones infantiles y juveniles», reflexiona Barandiaran.

De octubre a mayo

Valores y ocio con el euskera como eje

Este programa va dirigido a alumnado de 3º a 6º de Primaria y se celebra, salvo alguna excepción, los sábados por la tarde desde octubre hasta mayo. «En algunas localidades los grupos se reúnen todos los sábados mientras que en otras lo hacen cada dos. El horario más habitual es de 16.30 a 18.30 horas, pero hay excepciones», señala el responsable de Larunblai!, que añade que «aparte de los talleres de los sábados también organizamos una vez al año una acampada para crear redes dentro del grupo y entre diferentes».

La educación en valores también es una apuesta clara de los impulsores de Larunblai!. «En las sesiones, que se realizan teniendo siempre el euskera como base y eje, también se trabaja la igualdad, la diversidad, el ecologismo y demás valores», afirma Barandiaran, que reconoce la pandemia también ha marcado el desarrollo del programa, con grupos limitados a 15 personas y una apuesta por el desarrollo de actividades al aire libre. «Siempre que podemos salimos fuera aunque cada ayuntamiento cede un local que sirve de sede para realizar talleres y juegos», indica.

La inscripción ya está abierta y se realiza a través de los servicios de euskera de los ayuntamientos participantes y en Nafarroako Topagunea (948 33088 o en www.topagunea.eus/larunblai).

Diario de Noticias, 20 septiembre 2021