Archivo del año: 2018

Medio siglo

Aingeru Epalza

Aingeru Epalza


Aingeru Epaltza. La semana que viene, Euskaltzaindia celebrará en Arantzazu los 50 años de la forma estándar de la lengua vasca. No ha sido un camino fácil. Durante los primeros años, de forma paralela a las discusiones académicas, el mundo del euskera vivió un fuerte debate social entre partidarios y detractores de la unificación.



Poco a poco, acabó por aceptarse una realidad incontestable: el idioma no sobreviviría sin entrar en la administración, la educación y los medios de comunicación, y eso resultaba imposible sin una norma unificada. La discusión sobre la conveniencia o no del batuala cerramos los vascoparlantes hace no menos de 30 años. Hoy en día, los niños tienen los mismos libros de texto en Tudela y en Oiartzun, y un documento administrativo del Gobierno de Navarra maneja básicamente la misma terminología que otro del Gobierno Vasco.
Los medios de comunicación, por su parte, utilizan un registro u otro, dependiendo de su ámbito de difusión. La norma de Euskaltzaindia es ley en ETB, Berria o Argia, mientras que su utilización es mucho más laxa en publicaciones y radios locales. Más aún en redes sociales e internet. No puedo evitar una cierta perplejidad cuando en algún medio de comunicación de la derecha, sobre todo en Navarra, se lanzan dardos dialécticos contra la forma unificada de la lengua vasca.
A gente que no sabe decir una palabra en ninguno de sus dialectos y variedades le da periódicamente por resucitar un debate que los interesados enterramos hace décadas. La estandarización del euskera constituye uno de los experimentos más exitosos del mundo en materia de normalización lingüística. A algunos eso debe de ponerles de un humor de perros.

Mientras especialistas de los cuatro continentes vienen aquí a estudiar cómo lo hemos hecho, gente indocumentada y sectaria se permite sonrojantes chorradas sobre un tema del que no saben nada, ni quieren.


 

Homenaje en Sartaguda a las víctimas navarras del golpe militar de 1936

Sartaguda

Sartaguda


 

Más de 500 familiares de las víctimas del golpe militar de 1936 han recibido este sábado el reconocimiento del Gobierno de Navarra y la reparación institucional de su memoria en un acto presidido por la Presidenta del Ejecutivo foral, Uxue Barkos y celebrado en el Parque de la Memoria de Sartaguda.

El acto ha contado con una amplia representación institucional entre las que figuraba la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, la consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, y el alcalde de Sartaguda, Paolo Albanese, además de varios representantes de las asociaciones memorialistas y de diversas localidades navarras. En su momento más emotivo, el acto ha contado con las intervenciones de Josefina Campos, Áurea Jaso y Julio Sesma, en representación de las familias de las víctimas navarras del golpe militar.

En su intervención, la Presidenta de Navarra, tras saludar a las familias de las víctimas presentes en el acto, ha resaltado el compromiso del Gobierno de Navarra desde 2015 en la tarea de reconocimiento y reparación de la violencia padecida por todas aquellas personas y sus familiares: “las políticas del cambio se han plasmado en diferentes ámbitos, y el trabajo en Memoria Histórica ha sido, sin lugar a dudas, uno de ellos. Navarra no podía esperar más a que su Gobierno asumiera la responsabilidad que le corresponde en el trabajo de reconocimiento y reparación a todas aquellas familias que tanto sufrieron la injusticia de la violencia, de manera que la memoria ha sido una de las piedras angulares de nuestra labor”, ha dicho.

Así mismo, ha afirmado que el reconocimiento de la violencia sufrida “era una deuda institucional a la que se debió dar respuesta hace mucho tiempo, pero ha sido ahora cuando ha llegado. Reconocer y recordar lo que ocurrió en nuestra tierra era y es, así lo deseamos, reparador para cada familia en un plano individual. Lo es, sin lugar a dudas, para toda la sociedad navarra en su conjunto. Pero, además, reconocer y recordar lo que ocurrió era y es, sobre todo, justo”.

Exhumaciones tempranas

La Presidenta ha tenido una mención especial para las personas que, en cerca de 40 pueblos navarros, principalmente de la Ribera, entre 1978 y 1980 tomaron la iniciativa de la sociedad civil y, sin apoyo institucional, impulsaron las llamadas exhumaciones tempranas: “a quienes tomasteis parte e hicisteis posible que ahora hace 40 años, en tantas localidades, por propia iniciativa y sin contar con apoyo institucional, se acometieran aquellas exhumaciones tempranas que tanto han representado para muchas familias de Navarra”.

Aquellas exhumaciones tempranas finalizaron en muchos casos en funerales multitudinarios. Se erigieron panteones en los que se depositaron los restos mortales recuperados y se colocó en ellos una placa que recogía los nombres de las víctimas. La primera de las exhumaciones de aquel periodo se llevó a cabo el 5 de marzo de 1978 en Marcilla.

En los primeros años del siglo XXI, con el esfuerzo de las asociaciones memorialistas comenzó una segunda etapa de exhumaciones, con un criterio científico y la aplicación de técnicas de antropología forense y los análisis de ADN.

Liderazgo del Gobierno

Desde 2015, tal y como ha explicado la Presidenta Barkos en su alocución, el Gobierno de Navarra ha asumido el liderazgo en el reconocimiento y la reparación de las víctimas y sus familias. Estas nuevas políticas públicas de memoria son fruto de la convicción con la que está trabajando este Gobierno, pero han sido posibles también “gracias a las familias y a las asociaciones que durante todos estos años habéis mantenido viva la llama de la memoria. Más aún. Las familias nos habéis dado una lección con vuestro tesón y con vuestro mensaje: un mensaje de convivencia basada en la memoria, en el recuerdo de la injusticia cometida, con el afán de construir una sociedad mejor”, ha dicho.

La Presidenta del Gobierno también ha resaltado 2018 como un año de alto valor simbólico por la coincidencia de varios aniversarios: 5 años de la aprobación de la Ley Foral de Memoria Histórica;15 años de la Declaración del Parlamento de Navarra en pro del reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos fusilados a raíz del golpe militar de 1936;80 años de la fuga de Ezkaba y 40 años de la primera de las exhumaciones tempranas.

Para finalizar, Barkos ha asegurado que “el Gobierno de Navarra está desarrollando políticas públicas que dan respuesta no solo a las razones que animan y explican todos estos aniversarios sino, sobre todo, que dan respuesta a las personas que durante tanto tiempo han reclamado que el compromiso con la memoria y con las víctimas fuera atendido por la máxima institución, la que nos representa a todos y a todas”. En último término ha confirmado que “este Gobierno seguirá firme en la defensa de la memoria» reivindicando, “como ya hice el año pasado en Gurs, memoria para reconocer y reparar;memoria para convivir;memoria para respetar;memoria para no caer en el olvido;memoria para que aquellos trágicos acontecimientos no vuelvan a repetirse”, ha concluido.

El acto ha comenzado a las 12 de la mañana con el ondeo de la bandera de Navarra y la interpretación del Himno de Navarra por la banda de gaiteros. A continuación ha tomado la palabra Paolo Albanese, alcalde de Sartaguda, y tras él han dado su testimonio Josefina Campos, Aurea Jaso y Julio Sesma, en representación de las familias de las víctimas. El acto ha concluido con las palabras de la Presidenta, un aurresku bailado por el dantzari de Sartaguda, Víctor Macua, ante el muro del Parque donde se recogen los nombres de los más de 3.000 asesinados en Navarra, y una ofrenda floral.

Diario de Noticias, 15 de Septiembre de 2018