Archivo del mes: agosto 2018

Xabier Irujo: “Necesitamos hacer la historia, no solo contarla”

Orreaga 778 - 2018

Orreaga 778 - 2018


El día comenzó a las 10 de la mañana, con una marcha desde Aurizberri-Espinal hasta Roncesvalles. Allí, delante del monumento a la Batalla de Roncesvalles, se bailó un aurresku, hubo irrintzis y txalaparta, bertsos de Jean Louis Laka y Ricardo González de Durana y también cantos del grupo Orreaga Kantuz.

Asimismo, el historiador Xabier Irujo, que recordó su presencia en ese mismo acto 40 años atrás, fue el encargado de realizar el pregón de este año, a raíz de su última publicación “La batalla de Errozabal en su contexto histórico”, en la que desmonta varios mitos ligados a la Batalla de Orreaga, como que los vascones atacaran la retaguardia del ejército carolingio. “Tenemos en frente el reto de crear un Estado sustentado y enraizado en nuestra propia historia que tenemos que escribir en nuestra propia lengua. Vamos con 900 años de retraso, pero tenemos la fuerza y la verdad en nuestra mano”, alegó Irujo, insistiendo en que los francos escribieron la historia de la batalla desde su punto de vista y en que hay que saber separar la literatura de lo que es la historia para algún día ver “esa república vasca independiente sustentada en la verdad histórica”.

De ahí la necesidad de “hacer historia, no sólo contarla”. “Una forma de hacer historia es acudir a esos monumentos erigidos a conquistadores o colonizadores vencidos, tasarlos como valor artístico y venderlos a los sitios donde les corresponden (…) para honrar a las personas que ahí murieron, fueran del color que fueran”, explicó Irujo una vez trasladados a Ibañeta, alrededor del monumento construido en 1969 en recuerdo a Roldán.

REPRESENTACIÓN TEATRAL
Además del acto principal de ayer, el sábado por la noche se representó la batalla de Roncesvalles en Luzaide, con una espectacular escenografía audiovisual que también contó con la colaboración del grupo de los Bolantes. “Queríamos darle un impulso importante haciéndolo itinerante para dar a conocer a la población navarra este hecho histórico”, manifestaron desde la Fundación Orreaga. Asimismo, quisieron agradecer a la Coral Cámara de Pamplona por haber participado el martes en un acto desarrollado en Itzandegia (Orreaga) en reconocimiento a la victoria de los vascones sobre Carlomagno.

Diario de Noticias, 16/08/2018


Decenas de personas se acercaron al alto de Ibañeta para homenajear a los vascones caídos en la batalla de Roncesvalles.


Orreaga Fundazioa celebra en Orreaga e Ibañeta la derrota del ejército de Carlomagno

Como cada año en este día 15 de agosto, Orreaga Fundazioa ha conmemorado en Orreaga e Ibañeta la derrota sobre Carlomagno en 778. El acto ha comenzado en Orreaga, frente a la Colegiata a las 12:00 con la asistencia de unas 300 personas.

En el mismo ha sido abierto por txalapartaris y participado bertsolaris que han improvisado bertsos sobre el motivo de la concentración: la derrota de las tropas de Carlomagno a manos de los vascones. Ha continuación una Ofrenda floral y una pareja ha bailado el aurresku en memoria de todos aquellos que han muerto en defensa de la independencia de nabarra.

Las palabras del historiador Xabier Irujo, autor del libro «La batalla de Errozabal en su contexto histórico… que se acaba de publicar», han centrado aquel momento histórico que hoy celebramos y el futuro en libertad para el conjunto de Euskalherria.

Para terminar el grupo de kantuz «Kapare» ha interpretado el canto Orreaga.

Posteriormente se ha ascendido a pie a ibañeta, donde se ha reivindicado, por una parte la destrucción del monolito levantado en memoria de Roldán, y por otra, la venta del mismo a quien esté interesado, junto con otros monumentos situados a lo largo y ancho de Euskalherria, una vez desmontados, que glorifican a distintos representantes de los invasores de este pueblo (Xabier Irujo).

Tras distintas intervenciones de bertsolaris y cantantes, el acto ha finalizado con una comida popular en Etxabarrengoa Elkartea de Garralda, con gran animacion entre los asistentes.


La victoria de Iturisa-Orreaga en 2018

tomás urzainki

Tomás Urzainqui. Si la verdadera importancia de la civilización aquí desarrollada, ya emergió cuando se abría en 2002 -mediante cesárea- el seno de Iruña, en el lugar que ocupaban las monumentales termas públicas de la urbe Pamplonesa, para a pesar de ello instalar en su lugar de inmediato, sacrílegamente y sin escrúpulo, un simple aparcamiento de coches, asistimos en la actualidad a la confirmación de la civilización propia, nada menos que en otro de los más emblemáticos escenarios, el de Orreaga, con la ciudad también euskaldun de Iturisa

La destrucción de la ciudad vascona de Iturisa por los bárbaros supuso tapar por completo y de forma definitiva la calzada, haciéndola impracticable en este tramo, de una de las más importantes vías de comunicación de Europa, con los escombros de las viviendas de los vascones derrumbadas a todo lo largo de la travesía urbana de la misma.

La ciudad vascona, levantada en Erronzabal, aparece ahora con la tecnología del geomagnetismo y georadar en una extensión bastante apreciable, con sus manzanas, delimitadas por calles paralelas y perpendiculares, viviendas y grandes edificios, de todo lo cual solo se ha excavado el 1%. Las sucesivas batallas de Orreaga, que ocurrieron entre el 15 de agosto del año 778 y el 824 en la comarca de esta ciudad de Iturisa, son hitos de un continuo, tan largo como el de la historia de la propia sociedad pirenaica. La posibilidad de que tuvieran un resultado victorioso está en los medios de su civilización superior y con la organización de una sociedad política que se defiende a sí misma. El reduccionismo negacionista, que al parecer en la actualidad se ha apoderado de buena parte de Euskal Herria, no va a poder seguir ocultando más la totalidad de la verdad -política, euskaldun, cultural, jurídica, económica y social- propia de esta sociedad. Por otro lado, no se está haciendo caso a los euskerólogos importantes que ha habido en este país, cuando advirtieron de la necesidad de potenciar el conocimiento del conjunto de la realidad, divulgándolo con veracidad. Fue precisamente aquella civilización euskaldun-europea con sus abundantes ciudades la matriz de la sociedad plural y abierta que creó el Estado propio y singular de Navarra, el único de los vascos.

La seguridad interna de la sociedad pirenaica existente se debilitó cuando la Iglesia católica, nueva religión en el Europeo Estado Romano desde el año 313, fue subsumida dos siglos más tarde por los bárbaros. La civilización europea vascon-romana resiste, mientras que aquella religión es dominada por el reino bárbaro de los francos el año 499 con la cínica conversión al catolicismo de su rey Clodoveo, o en el reino bárbaro de los visigodos el año 587 con la igualmente de Recaredo. Esta anómala situación exigió que el Estado navarro preservara su civilización euskaldun-europea, lográndolo hasta que como consecuencia de la conquista la iglesia navarra desapareciera en 1523, a manos de la Iglesia patrimonial e inquisitorial de la Monarquía española y luego también de la cristianísima galicana, aun manteniendo las instituciones estatales navarras hasta 1841.

Se está comenzando a ver el resurgir de la realidad ocultada, que había sido negada durante demasiado tiempo, por la presión de las sucesivas hordas depredadoras de los conquistadores y de las de sus secuaces de toda especie. Son, nunca es tarde, los esperados e inevitables éxitos de la verdad sobre la barbarie, incompatibles con la ignorancia, planificada desde el poder suplantador de los parasitarios liberticidas, asimismo como sucede ahora ante nuestros ojos con el nefando monumento levantado, en medio de Pamplona-Iruña, para consagrar la presencia indefinida de la última e inaudita barbarie genocida de 1936, continuación agravada de todas las anteriores.