Archivo del mes: junio 2018

Tesoro inmaterial

patxi aranguren

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Patxi Aranguren Martiarena. En la web The Culture Trip, la norteamericana Lani Seelinger publicó un informe en el que hace un estudio de las 10 lenguas más antiguas del mundo. La autora ha escogido diez de esas lenguas que han conservado su carácter propio a lo largo de un larguísimo intervalo de tiempo, y entre las diez seleccionadas está, cómo no, el euskera. No es fácil saber cuáles son las lenguas vivas más antiguas que pueden llevar esa etiqueta. Quizás existan otros idiomas en el mundo que pueden pugnar por llevar ese calificativo y no han sido incluidos en ese ranking de antigüedad, pero casi con total seguridad se puede afirmar que el euskera siempre figurará entre los idiomas más antiguos del planeta.

Es una evidencia que algunos idiomas se han perpetuado a lo largo de los siglos como una realidad autónoma, por lo que pueden ser considerados el mismo idioma aunque hayan sufrido algunos cambios inevitables. Pero también es cierto que las interrelaciones entre los idiomas han hecho que estos evolucionen de tal manera que aun siendo el mismo idioma es difícil, e incluso imposible, que alguien que lo hablase hace, por ejemplo, 2.000 años pudiera entenderse con alguien que lo hable hoy.

El euskera ha sido ratificado por la mayor parte de los lingüistas, expertos e investigadores de todo el mundo, como la lengua viva más antigua de Europa y su origen es un auténtico misterio porque no existe otra lengua emparentada con él. Su antigüedad se remonta al menos a los tiempos neolíticos, aunque hay evidencias que llevan a pensar que su origen puede remontarse aún mucho tiempo atrás. Importantes lingüistas e historiadores defienden la creencia de que el euskera puede ser heredero directo de la lengua que hablaban, hace 15.000 años, los habitantes de las cuevas de Altamira, Ekain o Lascaux. Y es que, casualmente, es en el sudoeste de Francia y norte de la Península Ibérica donde se encuentra la mayoría de los yacimientos paleolíticos más relevantes y la mayor parte del arte rupestre del continente. Además coincide con el área geográfica de mayor concentración humana de Europa Occidental durante el periodo glaciar, lo que sería significativo a la hora de remontarse a las raíces lingüísticas europeas.

Theo Venneman, un reconocido lingüista de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich, afirma que todas las lenguas tienen su origen en algún sitio, muchas veces no sabemos dónde. Pero en la época que tratamos aquí, el euskera no parece haber venido de ninguna parte, ya que estaba aquí cuando llegaron las demás lenguas. Bajo este concepto, el euskera es la lengua más antigua de Europa. Todas las otras lenguas son idiomas foráneos que vinieron del Este y que fueron lo suficientemente influyentes como para imponerse a la población autóctona. El euskera es la única lengua superviviente de toda una familia idiomática europea. La pregunta es ¿por qué solo ella ha sobrevivido? El verdadero enigma del euskera no es su origen, sino cómo ha conseguido perdurar hasta nuestros días, aunque tal vez haya subsistido por su capacidad de integrar palabras de otros idiomas vasconizándolas.

Solo por su interés filológico sería motivo suficiente para valorarlo y más si se considera su perfil diferenciado, al no estar inserto en ninguno de los grandes troncos lingüísticos. Al no tener el euskera parentesco con las demás que la rodeaban, este carácter diferencial fue percibido, desde siempre, por los ajenos al país, en términos de extrañeza, lejanía e ininteligibilidad, que se traducía en dos visiones distintas: o bien se consideraba una jerga bárbara, propia de campesinos no cultivados o bien, por el contrario, un idioma antiguo, misterioso y milagrosamente conservado.

La portavoz del Partido Popular en Navarra ha sostenido de forma reiterativa que la mayoría de los navarros no quiere que el euskera sea oficial en toda Navarra. Y lo argumenta diciendo que los navarros han tenido la posibilidad de aprender el euskera durante 30 años y no lo han querido aprender. No lo han querido utilizar para su vida ordinaria ni para su trabajo. En esta declaración se nota que su autora quiere resaltar la prevalencia del idioma castellano sobre una lengua marginal que hay que arrinconar en los valles del norte de Navarra, pero además en sus palabras subyace un desprecio hacia esta lengua nuestra que tiene el mérito de haber sobrevivido, casi milagrosamente, a los avatares del tiempo, sorteando mil peligros, motivo más que suficiente para ser mimada y protegida por los poderes públicos.

El español o castellano es una de las lenguas más importantes del mundo, ya que ocupa el segundo lugar del planeta, tras el chino, en número de hablantes, según datos del Instituto Cervantes. En Internet, el español ocupa ya el tercer puesto como idioma más utilizado, tras el inglés y el chino. Su presencia en la red registra un crecimiento sostenido de más del 800% en los últimos 10 años. El español es una lengua de gran difusión que le está comiendo el terreno al inglés y al chino, por eso no se entiende de ninguna manera los intentos de frenar la vasconización de toda Navarra, el solar de los vascones: un territorio de 10.420 kilómetros cuadrados en el que viven poco más de 600.000 personas. ¿Qué son 600.000 vascoparlantes si los comparamos con los 600 millones de hispanoparlantes de todo el mundo?

¿A quién perjudica la extensión del euskera por todo el territorio foral? Si ya es difícil de entender la apatía del Estado hacia ese tesoro que pervive en una parte de su territorio y que, según los más prestigiosos lingüistas del mundo, tiene un valor incalculable, todavía resulta más difícil de asumir que haya políticos navarros que desprecien nuestra vieja lengua. Y es que los enemigos del euskera los tenemos dentro de casa.

Y para despejar dudas ahí tenemos a quienes el pasado 2 de junio, según sus convocantes, se atrevieron a manifestarse en contra de la imposición del euskera en Navarra y en defensa del español, como si esta lengua internacional necesitase el apoyo de unos pocos miles de navarros que no son capaces ni de defender su propia lengua vasca.

*El autor es economista de la Universidad Pública de Navarra


 

Representantes del ámbito cultural y social piden nuevos análisis de los grafitos de Iruña-Veleia

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La plataforma Iruña-Veleia Argitu ha hecho público un manifiesto que ha reunido ya 140 adhesiones de representantes del ámbito cultural y social, principalmente vasco, en el que se reclama que tres laboratorios europeos especializados en arqueometría analicen una muestra de los grafitos encontrados en este yacimiento alavés para determinar si son falsos o no.

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Presentación del manifiesto de Iruñea-Veleia Argitu, esta mañana en Gasteiz.

Iruñea-Veleia Argitu considera que «no está demostrada» la falsedad de las más de 400 piezas encontradas en este yacimiento que sin embargo ha supuesto el procesamiento del exdirector de la excavación Eliseo Gil y dos colaboradores por «presunta falsificación». La Fiscalía de Araba ha pedido cinco años y medio de prisión para Gil, mientras que la Diputación alavesa ha elevado su solicitud de cárcel hasta los siete años y medio por «delitos contra el patrimonio histórico y estafa». También se reclama cárcel para un colaborador de Gil, Oscar Escribano, y un tercer imputado, Rubén Cerdán.

Los hallazgos que se cuestionan, localizados entre 2005 y 2006 bajo la gestión de la empresa Lurmen, de la que era administrador Gil, son unos grafitos escritos en cerámicas de los siglos III, IV y V que, cuando se presentaron en público, en junio de 2006, fueron calificados de «históricos» porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskara y la entrada del Cristianismo. Sin embargo, supuestamente fueron hechos por los acusados.

La plataforma Iruña-Veleia Argitu, integrada por las asociaciones SOS Iruña-Veleia, Euskeraren Jatorria, Martin Ttipia y Lurmen, ha presentado las primeras adhesiones a un manifiesto «en favor del esclarecimiento» de este caso que cuenta con el respaldo de la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de la CAV Garbiñe Biurrun, el arqueólogo Eduard C.Harris y el músico Benito Lertxundi, entre otros.

En ese manifiesto se reclama a las instituciones correspondientes que ordenen nuevos análisis en laboratorios europeos especializados en arqueometría y sugieren que sean tres centros diferentes, y «que se apliquen estrictamente los protocolos al uso para casos extraordinarios».

También que reconocidos arqueólogos «no vinculados a las partes», lleven a cabo excavaciones controladas en lugares próximos al lugar donde fueron localizados las piezas. Estas mismas reclamaciones se han hecho vía judicial por la defensa de los acusados.

Los firmantes del manifiesto mantienen que «no se puede dilatar más» el esclarecimiento de este caso, que denuncian ha estado nueve años en instrucción, y consideran que es «fácil llegar a la verdad usando técnicas modernas de datación, habituales hoy en día en arqueología». El escrito recuerda que en 2008 la Diputación alavesa declaró «oficialmente falsos» estos grafitos y decidió entablar el proceso judicial basándose en varios informes de una comisión constituida fundamental por profesores de la UPV, que abogaban por «la falsedad de estos grafitos y la mala práctica arqueológica de Lurmen».

Sin embargo la defensa de Lurmen presentó en el juzgado una veintena de informes que sostienen que los grafitos pueden ser verdaderos y que la práctica de la empresa ha sido correcta. «Los autores de dichos informes son de diferentes nacionalidades, y la mayoría de ellos reconocidos expertos en las materias que se reflejan en los grafitos», mantiene el manifiesto.

Entre las personas que ya han suscrito este manifiesto están los arqueólogos Emilio Illarregui y Stephan Schröder; los escritores Kirmen Uribe, Toti Martínez de Lezea y Joan Mari Irigoien, los músicos Fermín Muguruza y Eñaut Elorrieta, así como los miembros de Euskaltzaindia Patxi Zabaleta y Patxi Uribarren, y los bertsolaris Andoni Egaña y Amets Arzallus, entre otros.

naiz|14/06/2018