Archivo del año: 2017

El pastor de Olite tenía razón sobre la fosa

Teodoro Esteban

Teodoro Esteban


Una pala excavadora ha hallado, por fin, en la localidad de Urdaniz, a 15 kilómetros de Pamplona en la carretera que va a Francia por Roncesvalles, una fosa que puede contener los restos de tres republicanos asesinados en 1936, de la que hace aproximadamente diez años dio cuenta el pastor de Olite Teodoro Esteban Allo y que conoció a través de un vecino que participó en el enterramiento clandestino.

Han tenido que darse muchas carambolas y coincidencias, casi milagrosas, entre distintas personas y lugares para que 81 años después de aquellos asesinatos los huesos allí enterrados, entre la revuelta de Kaskaxu y el río Arga, vean la luz a la espera de que una próxima extracción aporte datos para la identificación de unos restos por ahora anónimos.

Tras años dormido, el asunto lo reactivó a mediados de este mes de agosto Joseba Gutiérrez Vierge y otra gente del lugar empeñada en poner fin a una historia que pesaba en el pequeño pueblo. Joseba contactó con Luis Miguel Escudero, que en 2008 escribió en la revista Meridad cómo a comienzos de aquel año se trasladó con el pastor desde Olite a Urdaniz, unos 60 kilómetros, para señalar el lugar de la fosa.

Teodoro Esteban rondaba entonces los 75 años. Estaba viudo y había ingresado en la residencia de ancianos de Olite, de donde era su mujer aunque él había nacido en la localidad cercana de Miranda de Arga. Teodoro tenía tiempo y buena memoria, así que en un cuaderno plasmó la historia de su vida, que le ayudo a corregir Escudero.

Hijo de republicano, Esteban acabó de niño en el orfanato de Pamplona y de allí salió para trabajar de pastor en la Cuenca. En este oficio y siendo solo un chaval conoció la historia de la fosa, de cómo en una huerta entre los terrenos de Casimiro Lusarreta y Juan Lizoain había tres hombres mal enterrados. Y lo escribió en su diario y a Escudero le dibujo un plano.

Quiso la fortuna que en Urdaniz, una década después, rebrotara el interés. Con picos y palas Rodríguez Vierge y otros iniciaron la prospección este verano, pero nada. Andaban hurgando 70 metros más allá, donde los descendientes de quienes cavaron la tumba recordaban haber oído un relato que al pastor le legó un testigo de la matanza. “En este pueblo tenemos una fosa con tres asesinados… Hasta el momento se han hecho dos excavaciones para buscarlos, en el año 2015 y 2016, con resultados negativos. Nos guiamos de los testimonios de los familiares de las personas que los enterraron, los cuales estaban muy convencidos de que sabían la localización exacta, viéndose que no era así. Solo nos queda la narración de un señor que era pastor …”, escribió Gutiérrez.

El caso es que, ahora por internet, el plano escaneado del lugar que señalaba la tumba volvió a viajar de Olite a Urdaniz. Escudero se lo pasó a los interesados y también unas fotos con los hermanos Pla de asociación Txinparta que estuvieron en la primera visita. Ahora sí, la suerte y los datos se aliaron. En un segundo fin de semana de prospección, también ayudados con una pala escavadora, los vecinos dieron en el clavo y los huesos allí enterrados brotaron a la superficie.

“Tengo buenas noticias…. el viernes por la tarde se metió la pala, y para los diez minutos aparecieron. El sitio era donde yo había marcado y a 1,50 metros de la intervención manual de la semana pasada y lo más importante … coincidía plenamente con el plano que me mandaste del pastor. A partir de ahora se hace cargo el Gobierno de Navarra a través de la Sociedad Aranzadi. Espero que no tarden mucho”, transmitió Gutiérrez a los de Olite, que se volvieron a reunir casi diez años después para hablar del asunto, reencontrase después de mucho tiempo, reconocerse satisfechos y hasta fotografiarse para no olvidar un justo empeño con final feliz.

https://txokomaiteabi.blogspot.com.es/2017/08/


 

Nueva prospección en Zizur Nagusia para localizar a varios ejecutados en el 36

exhumaciones_en_Zizur
 

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El Gobierno de Nafarroa ha iniciado unas nuevas tareas de prospección en el término municipal de Zizur Nagusia, para la localización de varias personas que fueron ejecutadas en agosto de 1936, tras el intento de golpe de Estado que derivó en la guerra.

Con esta prospección, que se suma a las 23 ya realizadas por el Ejecutivo desde 2015 en el marco del convenio de colaboración firmado con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, se pretende encontrar a los hermanos Isidoro y Bautista Eguía, José Joaquín Larrayoz y Francisco Pascual. Sus cuerpos, según los testimonios existentes, fueron enterrados en una cárcava que décadas más tarde fue rellenada con escombros de diferentes obras.

Ello ha obligado a emplear, por primera vez desde que el Gobierno acometió la labor de las exhumaciones, una pala de grandes dimensiones, capaz de alcanzar los estratos originales, lo que implicará el movimiento de un volumen importante de materiales. Hasta el lugar se han acercado familiares y miembros de las asociaciones memorialistas

Naiz|2017/08/28