



Juan Javier Iturralde Maisterra. Después de los cuarenta años de la larga noche de persecución al euskara, nuestra lengua vernácula, y de una década de azarosa transición, épocas en las que se consiguió con mucho esfuerzo poner en marcha elementos de recuperación del euskara, como las primeras ikastolas, gau-eskolas, los movimientos reivindicativos para su normalización y prestigio, mediante su uso social en medios de comunicación, ámbitos laborales, universitarios…, pensamos que llegaría el momento de una Ley reparadora de las situaciones pasadas y al mismo tiempo que reconociera los derechos linguísticos a vivir en euskara de los euskaldunes, y los de toda las personas con respecto a esta lengua, esto es se promocionara su enseñanza y uso en toda Navarra, y se promovieran los medios adecuados para ello.
Ello así fue aprobado por el primer Parlamento Navarro tras el franquismo que aprobó la oficialidad del euskera en toda Navarra, como una de las bases a recoger en el Amejoramiento del Fuero. Sin embargo después de aquellas negociaciones en Madrid, de las que no hay que olvidar sus circunstancias viciadas, se vino con un artículo que limitaba la oficialidad del euskera a zonas a delimitar en una próxima Ley.
Posteriormente, y en contra de las promesas expresadas, dicha Ley del euskera estableció una zonificación de derechos que es la única que existe entre todas las comunidades historicas del Estado Español. Esto supuso una conculcación de derechos y una división de la población en cuanto al acceso del aprendizaje del euskara y al derecho de uso en todo territorio de Navarra.
Contra dicha Ley hubo un amplio movimiento social y transversal en toda Navarra de gente de diferentes ámbitos e ideologias, como lo había habido, y lo hay en el proceso por la recuperación y normalización del euskera y el reconocimiento de vivir y estudiar en euskera en toda nuestra comunidad y en todos los ámbitos de la misma.
Aparte de ello en los 25 años de los últimos gobiernos, se han ido cerrando las escasas grietas que la Ley del euskera aprobada en el 1986 posibilitaban para conseguir una mejora de la situación del euskera y de los derechos de la población con respecto al idioma, llegando incluso a modificar decretos de Ley que consideraban excesivos, por ejemplo en lo respectivo a la normalización y valoración del euskera en la Administración.
Como botones de muestra tenemos la tortuosa historia de la concesión de la licencia de emisión para Euskal Herria Irratia, incumpliendo hasta los mandatos judiciales, los obstáculos a la captación de Euskal Telebista o la negación de derechos durantes décadas a la demanda existente para el aumento de escuelas infantiles en Euskara, o el incumplimiento de las recomendaciones europeas.
Por fin en la primavera pasada se consiguió el tan ansiado cambio de Gobierno, lo cual abría nuevos horizontes en muchos temas, despreciados por los anteriores gobernantes; la realización de una política progresista en todos los ámbitos: sociales, educativos, y evidentemente también lingüísticos, porque los derechos lingüísticos también son unos derechos que se deben respetar, especialmente a través de una nueva Ley que establezca la Oficialidad del mismo en toda Navarra, evitando las discriminaciones y divisiones de derechos ciudadanos con respecto a la lengua, e implementado una planificación y promoción adecuada y progresiva según se vea conveniente, siempre desde una a visión inclusiva de toda la población de Navarra y no excluyente, partiendo del reconocimiento de derechos y de la necesaria normalización del euskara en todos los ámbitos.
Desgraciadamente hemos visto que esta acción básica no se ha visto recogida en el acuerdo prográmatico de las fuerzas que apoyan este Gobierno, y que algunas de las actuaciones del Gobierno han sido confusas y que adolecían de una falta de determinación a la hora de llevarlas adelante, quizás excesivamente pendientes de las campañas euskarafóbicas de las fuerzas anteriormente en el poder.
Es por ello que las personas que durante tantos años se han esforzado por este cambio de Gobierno, que trajera una política progresista en lo social e inclusiva en lo cultural, no se pueden sentir defraudadas por políticas partidistas o clientelares de fuerzas que a la hora de acometer los cambios necesarios para el reconocimiento oficial del euskera, abriendo camino así a los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía, releguen este tema y utilicen argumentos que nos recuerdan a otros tiempos y a otros partidos y que ahondan en la marginación del euskera, no reconocen los derechos lingüísticos a vivir y estudiar en euskera e impiden una mejor integración y convivencia entre los navarros, favoreciendo la política y el discurso impuesto durante tantos años.
Una vez más los euskaltzales tenemos que salir a la calle para recordar que el cambio en política lingüística y el reconocimiento a los derechos lingüísticos está pendiente, exigir la asunción por las llamadas fuerzas del cambio el reconocimiento oficial del Euskera y pedir y apoyar la toma de médidas de consistencia en la normalización del euskera por parte del Gobierno.
Este sabado, gente de diferentes sensibilidades y órigenes, nos volveremos a juntar para salir a la calle, a las 5,30 de la tarde desde los cines Golem, porque necesitamos que se abra camino, por fin, al euskera, porque queremos vivir y estudiar en euskera.
El expresidente de la Diputación Foral de Navarra Jaime Ignacio Del Burgo se ha querellado contra el artista José Ramón Urtasun a cuenta de la exposición Navarra 1936 que estuvo expuesta en el atrio del Parlamento entre el 5 y el 20 de abril.
El artista recibió el pasado viernes un aviso para un acto de conciliación que tendrá lugar el próximo día 23, y en el que se le notifica que Del Burgo pretende iniciar acciones legales contra él por exhibir en el Parlamento la exposición Navarra 1936: una muestra del Autobús de la Memoria que repasaba en 36 cuadros el alzamiento militar franquista en Navarra, y que permaneció en el atrio del Parlamento durante quince días, coincidiendo con una serie de actos que aprobó la Mesa del Parlamento el pasado 21 de marzo (con abstención de UPN) para recordar el 80 aniversario de la Guerra Civil.
A juicio de Del Burgo, algunos de los cuadros vulneran el derecho al honor de su padre (el requeté Jaime del Burgo Torres) e insta al autor a retirar los lienzos y pedir perdón, aunque la muestra fue retirada hace más de un mes, cuando concluyeron los actos en el Parlamento.
urtasun, sorprendido La noticia ha pillado de imprevisto a José Ramón Urtasun, quien ayer se confesaba “sorprendido” por la medida adoptada por Jaime Ignacio Del Burgo. Tal y como precisó el autor, Navarra 1936 lleva cuatro años recorriendo la Comunidad Foral y otras partes del Estado, y ahora está expuesta en Bilbao y Barcelona. En el Parlamento de Navarra, del 5 al 20 de abril, registró cerca de 4.000 visitas. Además, uno de los cuadros es la portada de El Corralito Foral, libro del periodista Iván Giménez y que ya va por su quinta edición.
Diario de Noticias, 1 de Junio de 2016
Queridas amigas y amigos:
Hoy me toca hablar una vez más de la expo. Navarra1936Nafarroa para comunicaros que el Sr. Jaime Ignacio Del Burgo se ha querellado contra mí y la exposición.
Pretende llevarme a los tribunales por haber expuesto mi obra en el Parlamento de Navarra. Me exige, que retire varios cuadros de la colección, que pida perdón por haberla expuesto, y que no los vuelva a exponer nunca más.
A mi juicio, se trata de un ataque frontal contra el trabajo que se viene haciendo en pro de la recuperación de la memoria democrática de las víctimas del golpe de estado 1936/2016, VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN, y en contra de la libertad de expresión. Ante esta demanda no salgo de mi asombro, estoy totalmente sorprendido por esta denuncia que no llego a entender.
Muchas personas amigas me estáis mostrando vuestro apoyo y solidaridad, lo cual me tranquiliza, me da ánimos y me llena de alegría. Mis abogados están analizando la querella y permanezco a la espera de sus consejos. Muchas gracias por vuestro apoyo.
Si lo consideráis oportuno, me gustaría que difundieseis este atropello contra la libertad de expresión y contra la recuperación de la memoria de las víctimas 1936/2016 (80 años de impunidad).
Jose Ramón Urtasun